¿Por qué sería bueno que los globalistas perdieran el partido?
Muchos españoles sólo ven los beneficios de la globalización (libre circulación de bienes y personas, posibilidad de desarrollar un negocio en todos los continentes), pero prefieren ignorar una serie de cuestiones legítimas relacionadas con los derechos fundamentales de los ciudadanos.

En una democracia, los abusos inherentes a ciertas instituciones, como el gobierno y la presidencia, pueden sancionarse a través del poder judicial o directamente en las urnas. En relación con las desigualdades locales, el ciudadano común cuenta con múltiples herramientas para defender sus derechos. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando una misma persona sufre abusos por parte de instituciones globales o regionales, como la OMS, la OTAN, el Banco Mundial, la OSCE, la OMC, la CPI, la UE, el FMI, etc.?
El ejemplo más evidente es el de la pandemia, cuando las normas impuestas por la OMS fueron automáticamente asumidas por los países miembros, con graves consecuencias para los derechos y libertades fundamentales. Igualmente graves son las consecuencias de que la OTAN entrara en una " guerra híbrida " con Rusia, sin consultar a la ciudadanía. Así, dos organizaciones con cobertura mundial, de las que Rumanía forma parte (la OMS y la OTAN), decidieron sobre la salud y el nivel de vida de los rumanos, con la posibilidad real de una escalada de la guerra sin que la población local pudiera defender sus derechos.
¿Cómo proceder cuando consideramos que la potencia transnacional/globalista actúa en contra de nuestros intereses? ¿Tenemos algún recurso? ¿Podemos defendernos? Esto es lo que los simpatizantes de los partidos no entienden. E incluso algunos soberanistas.
Analicemos, esquemáticamente, cuáles son las principales diferencias entre Poder Local y Poder Global y cómo afectan al simple ciudadano, sea globalista o soberanista.
- Control: El poder local se puede cambiar, mientras que el poder global casi nunca.
En tu país:
• Puedes votar.
• Puedes protestar.
• Puedes demandar a un ministro, a un policía, puedes impugnar una ley.
• Puedes escribir en la prensa independiente, puedes recoger firmas y organizar una campaña de protesta.
• Puedes cambiar al gobierno y al presidente (¡si la CCR te lo permite!), a veces incluso mediante una revolución pacífica.
A nivel mundial:
• No se puede votar por el director de la OMS.
• No se puede demandar a la OTAN por bombardeos ni por las llamadas "guerras contra el terrorismo".
• No se puede cambiar la dirección de la CPI si se considera parcial.
• No se puede celebrar un referéndum mundial para rechazar un tratado.
El abuso a nivel nacional puede ser muy doloroso (véase el golpe de Estado del 6 de diciembre), pero tiene una posibilidad de remedio, aunque sea extremadamente difícil. El abuso a nivel global (véase la situación de la pandemia, pero también la guerra en Ucrania) a menudo no tiene remedio.
- Responsabilidad: ¿quién es responsable?
En tu país:
• Si un alcalde roba, se le puede sancionar en las urnas (o mediante una denuncia ante el Tribunal).
• Si un funcionario resulta ser corrupto, se le puede denunciar.
• Si un gobierno miente, se le puede castigar en las elecciones.
A nivel mundial:
Si la OMS exagera las consecuencias de la pandemia para que Bill Gates gane, nadie rendirá cuentas. El director de la OMS se mantiene al margen.
Si la OTAN bombardea un hospital o nos mete en una guerra con Rusia, Mark Rutte recibe una bonificación (en lugar de una decisión de destitución).
Si la CPI ignora los crímenes de Occidente, no se puede cambiar al fiscal.
El abuso sin responsabilidad es el más peligroso: se repite, se normaliza y se convierte en un “sistema”.
- Identidad y legitimidad: ¿quién me representa?
En tu país:
Aunque no te guste el gobierno, sabes que fue elegido por "tu gente". Por conciudadanos, vecinos, familiares, amigos, personas de la misma cultura, historia e idioma.
Puedes decir: " Esa fue nuestra decisión. Muy mala, sin duda, pero nuestra ".
A nivel mundial:
• ¿Quién los representa en la ONU? ¿En el FMI? ¿En la CPI?
• ¿Un diplomático designado por un ministro? ¿Un burócrata de Bruselas? ¿Un juez elegido por EE. UU., China y el Reino Unido?
• No existe un "nosotros" a nivel mundial; solo hay intereses, compromisos y grandes potencias nucleares.
Es mucho más difícil aceptar el abuso cuando no sientes conexión con quienes lo cometen. Sin identidad, sin legitimidad, sin voz.
- Resiliencia: ¿Qué tan vulnerable eres?
Contra el Estado nación:
• Puedes huir a otro país (¡a ver cuánto tiempo!).
• Puedes apelar ante un tribunal superior.
• Puedes pedir ayuda a ONG (preferiblemente las que no estén financiadas por Soros ni por las embajadas), medios de comunicación independientes, la UE o el TEDH (si confías en Bruselas y tienes dinero para un abogado).
Contra una institución global:
• Si la CPI decide algo en contra de su país, no podrá apelar ante un tribunal superior a la CPI.
• Si el FMI impone políticas que lo empobrecen, no podrá votar para cambiar la dirección del banco.
• Si la OTAN decide intervenir en Ucrania, no podrá celebrar un referéndum mundial para detener la decisión.
Frente al abuso global, eres mucho más vulnerable. Porque no tienes vías de escape, aliados ni mecanismos de defensa.
- Psicológico: abuso "en casa" vs. abuso "desde fuera"
Las personas toleran la injusticia en casa con mayor facilidad porque la comprenden, la sienten y pueden contextualizarla. El abuso de las instituciones supranacionales es impersonal, burocrático, anónimo, sin diálogo. Lo percibimos como una humillación, una violación de la soberanía, una falta de respeto. No hablamos solo de lógica, sino también de emoción, identidad y dignidad.
Ejemplo concreto: Imagina que un policía local de tu barrio te multa injustamente. Estás enojado, con razón, pero sabes que puedes apelar. Puedes acudir a su superior o al Departamento de Justicia.
Ahora imaginen que un simple funcionario de Bruselas (a quien ustedes no eligieron, no conocen ni hablan su idioma) decide que Rumanía debe pagar una multa de miles de millones de euros por no alcanzar un hito (precisamente porque afecta negativamente la vida de millones de conciudadanos), y ustedes no pueden hacer nada. Ni votación, ni impugnación real, ni apelación. Lo mismo ocurre con la decisión de la OTAN de entrar en una guerra que no nos concierne.
¿Qué abuso es más difícil de soportar? ¿El local o el global?
El abuso de las instituciones supranacionales parece ser mucho más grave porque:
• no hay control democrático;
• no hay rendición de cuentas real;
• no hay representación legítima;
• no hay apelación;
• no hay rostro humano: solo fría burocracia.
Idealmente, no toleraríamos los abusos, sino que los combatiríamos y los limitaríamos. De ahí precisamente proviene el peligro de una globalización sin Dios, que en algún momento podría concentrar todo el poder en un Gobierno Mundial elegido no democráticamente.
Necesitamos un poder responsable, transparente y controlable a cualquier nivel. Sin embargo, lamentablemente, el poder transnacional no es ni será nunca responsable, transparente ni controlable, solo discrecional.
Por eso el futuro debe pertenecer a los patriotas, no a los globalistas.
Fuente: Yoga ezoteric
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