Sanidad recupera la mascarilla como medida para frenar la epidemia de gripe
La ministra Mónica García rescata el protocolo común con las CCAA frente al virus, al que espera dar luz verde el próximo miércoles Algunas comunidades autónomas se han adelantado y ya recomiendan su uso en centros sociosanitarios y espacios cerrados
España encara un inicio de temporada gripal inusualmente temprano y con cifras que ya han superado el umbral epidémico en la mayor parte del país. Según el último informe del Instituto de Salud Carlos III, la tasa de síndrome gripal ha ascendido esta semana a los 40 casos por 100.000 habitantes, en comparación a los 35,2 de la semana pasada. Es la primera vez en esta temporada que se superan los 37 casos establecidos como el umbral de la fase epidémica y las previsiones son que siga creciendo con fuerza.
Bajo este contexto, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha señalado este viernes que confía en aprobar un protocolo de actuación común frente a los virus respiratorios el día 3 de diciembre en la Comisión de Salud Pública, después de que las comunidades autónomas hayan expresado su sintonía en este sentido durante el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
En este sentido, ha expresado creer que se ha «superado» el contexto del año pasado, cuando varios consejeros se negaron a aprobar el plan y este terminó publicándose como un documento de recomendaciones en la web del Ministerio. «El día 3 veremos a ver qué es lo que se va a votar. Pero es un protocolo que se ha aprobado de manera técnica con todas las comunidades», ha añadido. Aragón, Asturias, Castilla y León y la Comunidad Valenciana se han adelantado a esta decisión y han recomendado su uso en centros sociosanitarios y espacios cerrados.
Cuatro escenarios de riesgo
Sobre el texto, ha explicado que «en esencia» es el mismo que se publicó como recomendación el año pasado, con unos criterios «flexibles y adaptables» a las condiciones específicas que presente cada comunidad autónoma. Así, contempla cuatro escenarios de riesgo, del nivel 0 al 3 y, en función de los mismos, una serie de recomendaciones.
García ha destacado que incluye tres medidas «básicas», entre las que se encuentra en primer lugar el uso de la mascarilla, solo en centros sanitarios y sociosanitarios, como una recomendación si el escenario es leve y llegando a valorar su obligatoriedad ante un incremento de la incidencia. Junto a esto, se hace énfasis en la importancia de la vacunación y, por último, en las medidas higiénicas.
Un protocolo «flexible»
Respecto a la «flexibilidad» del protocolo, ha precisado que esta no significa que las comunidades se puedan negar a implantar alguna de las medidas contempladas, como por ejemplo el uso de mascarillas. «La flexibilidad significa que se adapta a los escenarios reales de todas y cada una de las comunidades, pero los protocolos, como todos los protocolos, dicen que cuando hay una serie de criterios se tienen que adaptar una serie de medidas», ha apuntado.
«Esa flexibilidad tiene que ver, por ejemplo, ahora en el norte y en el sur hay diferentes tasas, hay diferentes incidencias. El norte tiene unas tasas más altas que el sur. No vas a obligar a Extremadura, por ejemplo, ahora, que tiene una incidencia más baja, a tomar las mismas medidas», ha enfatizado.
Con todo, ha insistido en que el protocolo tiene que ser «unitario» y en que es «urgente» trabajar «al unísono» para minimizar los efectos de la epidemia de gripe. «Tiene que ser una llamada de confianza a la ciudadanía para que entiendan que nos ponemos a trabajar en conjunto para su salud», ha apostillado.
Fuente: Abc
¿Cuál es tu reacción?