Las fumigaciones asesinas buscan exterminar a la población española

Después del gerontocidio que dio lugar al inicio de la plandemia, y la ulterior masacre mediante las timo vacunas, el ataque globalista se ha hecho ubicuo y se viene practicando mediante cientos de vuelos diarios en los que se lanza al espacio aéreo continuas fumigaciones con el único fin de impedir la lluvia, mediante el ataque sistemático, para provocar una terrible sequía inducida, que acabe con el sector primario, elimine a buena parte de la población de las ciudades y desertice el suelo de España convirtiéndola en un espacio geográfico subsahariano.

El ataque al suministro de agua hasta agotar las reservas es una estrategia clásica de la guerra de exterminio. Cada día, en rutas prefijadas mediante un plan criminal, salen los aviones asesinos que lanzan toneladas de aluminio,  el secante higroscópico más barato y más extendido en manipulación climática”, del que se han obtenido resultados de laboratorio de hasta cinco mil veces más aluminio de lo normal en el agua, además que en la naturaleza el aluminio no se encuentra en escamas, ya que eso solamente obedece a un proceso industrial. Además se fumiga a nuestros campos y a las gentes como si fueran ratas con estroncio, bario, litio y grafeno, constituyendo un grave atentado contra la salud, pues producen enfermedades respiratorias.

Las operaciones sistemáticas por el aire, con bombardeos cotidianos, se complementan con la destrucción de presas de embalses y en el inmediato pasado con la suelta al mar del agua de otras presas, con el fin evidente de matarnos de sed, a medio plazo, convirtiendo el agua en un bien escaso, monopolizado por las élites, provocando la carestía de los alimentos, acosando a la población de las ciudades mediante restricciones brutales y desertizando el territorio.

Estos aviones asesinos son pilotados por personal militar y civil, pero cuentan con la autorización del Ejército del Aire, cuyo jefe del Estado Mayor es Javier Salto Martínez-Avial, y del jefe de la junta de jefes de Estado Mayor, Teodoro Esteban López Calderón. La cadena de mando pasa por la ministra de Defensa, Margarita Robles, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El objetivo último es diezmar a la población y convertir España en territorio desértico para dedicar grandes extensiones a parques eólicos y fotovoltaicos.

Esta fumigación asesina entraña una traición a la Patria y un crimen de lesa humanidad contra una población indefensa y sus responsables, desde los pilotos hasta los cómplices, hasta la cadena de mando deben ser enjuiciados y pasados sumariamente por las armas. 

Firman este editorial Enrique de Diego por Rambla Libre y Javier Villacorta por El Diestro

Se adhieren: Colin Rivas, de Colin Rivas Show, Julio García, de Canal 5Tv, Martín Sánchez, cantante, Manuel Romeral, presidente de la Asociación Europea de Ciudadanos contra la Corrupción, Juan Vicente Palleter, Juan Manuel Ramos Mateo, presidente de Policías por la Libertad, Magdalena del Amo, Mariló Martínez Herrera, afectada por las timo vacunas, Bartolomé Hueso Ruiz, Aurora Norte, Bernardo Aranda, Juan Núñez (Colectivo Espartanos 300 de Barcelona), Kati Balber, de Afectados por las vacunas, Iván Ramón Peña, Alejandro Díaz.

Fuente: El Diestro