Los bancos más grandes dejan a los estadounidenses sin dinero
En un alarmante giro de los acontecimientos, los principales bancos están dejando a innumerables estadounidenses en un limbo financiero al cerrar repentinamente sus cuentas personales sin previo aviso. A medida que la crisis crediticia se apodera de la nación, las instituciones financieras se esfuerzan por mitigar sus pérdidas, y son los titulares de cuentas inocentes los que están pagando el precio. Esta impactante revelación, sacada a la luz por un reciente informe del New York Times, pinta un panorama sombrío del desmoronamiento del sector financiero y las graves consecuencias que está imponiendo a los estadounidenses de a pie.
La crisis crediticia no solo está causando estragos en la vida de las personas, sino que también está causando un daño significativo en todos los sectores de la economía. Los bancos están informando de normas crediticias más estrictas en todos los ámbitos, lo que afecta a los bienes raíces comerciales y residenciales, las tarjetas de crédito, los préstamos para automóviles y otros créditos comerciales. Su justificación para restringir los préstamos se basa en "un panorama económico menos favorable y más incierto; una menor tolerancia al riesgo; un deterioro de la calidad crediticia de los préstamos".
Bancos en crisis:
La grave situación se ve agravada por la asombrosa cifra de 620.000 millones de dólares en pérdidas a precios de mercado en las que han incurrido los bancos en sus carteras de bonos del Tesoro sólo este año. La reciente caída de los precios de los bonos del Tesoro no ha hecho más que exacerbar sus problemas. Las acciones bancarias estadounidenses se han desplomado a mínimos históricos en 2023, un marcado contraste con el rendimiento del índice S&P 500. El sector bancario está en modo de crisis, y las recientes quiebras bancarias plantean serias dudas sobre las políticas de la Reserva Federal.
Un enfoque erróneo:
El mantra actual de mantener altas tasas de interés durante un período prolongado parece estar causando más daño que bien a la economía. Las autoridades siguen retirando 95.000 millones de dólares al mes en liquidez del mercado, a pesar de que el Tesoro tiene dificultades para obtener financiación a tipos de interés razonables. Si la Reserva Federal persiste en infligir pérdidas significativas a los balances de los bancos a través de tasas de interés más altas, la crisis crediticia pronto podría transformarse en una catástrofe financiera en toda regla, que podría golpearnos antes de lo esperado.
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El veredicto:
En medio de una creciente crisis crediticia, los estadounidenses comunes están siendo abandonados por las mismas instituciones que se supone que deben salvaguardar su bienestar financiero. El cierre repentino de cuentas personales, el endurecimiento de los estándares de préstamo y el colapso de las acciones bancarias son signos ominosos de un desastre inminente. Ya es hora de que los responsables políticos reevalúen su enfoque, ya que las consecuencias de sus acciones no solo afectan a los bancos, sino que se están filtrando a las vidas de innumerables ciudadanos inocentes.
A medida que navegamos por estas tumultuosas aguas financieras, una cosa está clara: los estadounidenses necesitan urgentemente un salvavidas, y la trayectoria actual nos está empujando aún más hacia un precipicio económico. El momento de actuar es ahora, antes de que sea demasiado tarde.
En conclusión, la crisis crediticia que se está desarrollando es una realidad sombría que los estadounidenses ya no pueden darse el lujo de ignorar. A medida que las cuentas personales se cierran sin previo aviso y los estándares de préstamo se endurecen, las implicaciones para el ciudadano promedio son graves. Es crucial que los responsables de la formulación de políticas y las instituciones financieras reevalúen sus estrategias para evitar una catástrofe financiera en toda regla. El destino de la estabilidad económica de la nación pende de un hilo, y el tiempo se acaba.
Fuente: AMG
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