ONU promueve el aborto, la educación sexual, la anticoncepción, la esterilización
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), nacido de un terrible temor a la explosión demográfica, es generalmente conocido por su deseo de reducir la población humana del planeta. Naciones Unidas que según Bergoglio y quién nombró su sucesor, hay que obedecer.

Sus informes anuales se han centrado generalmente en el crecimiento poblacional, promoviendo el aborto, la esterilización y la anticoncepción para combatir la sobrepoblación. Sin embargo, ahora, ante la innegable implosión demográfica, el mensaje parece modularse de otra manera: el servicio a la Necrocultura más desinhibida se mantiene, pero ahora habla de «derechos».
En su último informe, Estado de la población mundial 2025 , habla de la «verdadera crisis de fecundidad», no del descenso de las tasas de natalidad sino de la «falta de capacidad reproductiva».
Esto significa que las niñas, desde que alcanzan la pubertad (el informe indica «a partir de los 10 años»), deben estar libres de cualquier control social sobre su sexo. En cambio, según el UNFPA, deben tener acceso a educación sexual, anticoncepción, esterilización, aborto e incluso tratamientos de infertilidad si así lo desean, para que puedan tomar sus propias decisiones informadas y voluntarias sobre la reproducción.
La agencia parece querer animar a las niñas de 12 años a ser sexualmente activas bajo el pretexto de que son capaces de tomar «decisiones informadas y voluntarias sobre la reproducción».
Respecto a las formas de lograr la “agencia reproductiva” y la “autonomía corporal” universales, el UNFPA enumera:
- Educación sexual universal para garantizar una “toma de decisiones informada”.
- Acceso universal a todos los tipos de anticonceptivos posibles, desde preservativos hasta la píldora del día después. Esto es necesario, según el UNFPA, para prevenir los embarazos no planeados, que afectan a 1 de cada 3 adultos a nivel mundial. Omite mencionar que considera «no planeados» todos los embarazos no específicamente planificados, lo que infla las cifras.
- El acceso universal a los servicios de aborto se promueve como un componente fundamental de la autonomía reproductiva. En este contexto, el UNFPA reitera su falsa afirmación de que las leyes provida que protegen a los no nacidos son responsables de las altas tasas de mortalidad materna, ya que conducen a abortos inseguros.
- Fertilización in vitro (FIV) gratuita para todos. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) destaca la importancia de la India en particular, donde 27,5 millones de parejas sufren infertilidad, pero los servicios públicos son limitados.
Por lo tanto, la ONU va más allá y propone:
- La anticoncepción, la esterilización, el aborto y la fertilización in vitro deben garantizarse a “grupos marginados, como las personas solteras y las personas LGBTQIA+”.
- La eliminación de las normas patriarcales que limitan las opciones reproductivas. En otras palabras, el matrimonio tradicional queda descartado, mientras que se aceptan todas las posibles modalidades de vida sexual y reproductiva, desde el matrimonio igualitario hasta la poligamia.
- Los gobiernos deberían garantizar “vivienda asequible y trabajo decente” a sus ciudadanos, lo que constituye un respaldo indirecto al principio del socialismo de “todo gratis”.
- Los gobiernos deberían trabajar para mitigar el cambio climático. Es cierto que los temores generados por el mito del calentamiento global han llevado a muchos jóvenes a optar por no tener hijos. Pero la solución es acabar con el miedo, no destruir la economía mundial prohibiendo los combustibles fósiles.
Las políticas que rechaza el UNFPA son igualmente reveladoras. Tras décadas de insistir en que los gobiernos adoptaran políticas de planificación familiar para reducir el crecimiento poblacional —incluso avalando la coercitiva política antinatalista del hijo único de China—, ahora se opone firmemente a los esfuerzos gubernamentales por aumentar la natalidad. Advierte, por ejemplo, contra las primas por nacimiento, calificándolas de «políticas coercitivas que favorecen la natalidad», y también condena los esfuerzos gubernamentales por alcanzar los «objetivos de fertilidad», que califica de ineficaces y una posible violación de los derechos reproductivos.
Cuando los gobiernos intervinieron activamente en las decisiones de fertilidad de las parejas casadas para reducir las tasas de natalidad, la agencia de la ONU los colmó de elogios y les proporcionó anticonceptivos gratuitos. Ahora que muchos gobiernos adoptan la postura contraria, el UNFPA se ha convertido repentinamente en un organismo de control de los derechos humanos, advirtiendo sobre presuntas violaciones de los derechos reproductivos y criticando los esfuerzos de países como Estados Unidos por aumentar las tasas de natalidad para mantener los programas de bienestar social y atender a las personas mayores.
La solución propuesta por la ONU a la escasez de mano de obra causada por la caída de las tasas de natalidad es –sorpresa, sorpresa– la inmigración masiva, ignorando los enormes problemas sociales que esas transferencias de población conllevan. Aunque Prevost sea favorable a la inmigración y fronteras abiertas como lo fue su mentor.
Fuente: Renovacio
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