Caldo Gallego
El Caldo gallego es el mejor antídoto contra el frío que se emplea en Galicia desde hace muchas generaciones, siendo uno de los platos más típicos de nuestra gastronomía. ¡Te cuento cómo prepararlo!
Receta de caldo gallego: ¿sólo hay una?
La receta variará según lo que se disponga en cada casa y las costumbres del lugar aún dentro de Galicia. Hay diferentes recetas de caldo gallego, todas son válidas, ninguna está por encima de otra, las abuelas eran las que mejores caldos hacían y usaban lo que tenían en casa.
Hay algo característico (no imprescindible, se puede hacer con repollo, berzas..) y son los grelos, verdura típica de Galicia y que sorprendentemente he visto a la venta en una tienda de comestibles de un pequeño pueblo francés que me hizo pensar que sería propiedad de un gallego emigrado.
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La carne de cerdo salada, panceta, lacón, unto, espinazo, costilla etc. junto con los grelos, las alubias y las patatas configuran la esencia de este reconfortante plato. Es tradición poner un trozo de gallina vieja , si la tienes estupendo pero no es tan fácil comprar gallina vieja en cualquier momento así que yo utilizo pollo grande y si consigo, lo compro campero. A mí también me gusta ponerle un trozo de carne de ternera porque hace un caldo más rico. Lo importante es conseguir un buen caldo y para ello, olvídate de las reglas que para eso están, para romperlas, usa las carnes que tengas a mano y después las sirves en fuente aparte por si alguien las quiere acompañar al caldo o también puedes hacer ropa vieja, croquetas, etc.
El unto en la receta del caldo gallego
Uno de los ingredientes fetiche del Caldo Gallego es el “unto”, que no es más que grasa de cerdo salada, enrollada sobre si misma y que se utiliza para dar “sustancia” al conjunto.
El unto es la grasa blanca que recubre las tripas del intestino delgado del cerdo. Para su conservación, se extiende, se espolvorea con sal gorda y después se enrolla sobre sí mismo haciendo una especie de hatillo que se ahuma y se deja curar, adquiriendo su característico tono amarillento
A partir de los ingredientes esenciales en cada casa enriquecemos con lo que más nos gusta .
El Caldo Gallego gana sabor al día siguiente en que todo está “más asentado”, en el frigorífico se mantiene en perfectas condiciones hasta cinco días.
Fuente: La voz de Galicia
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