Rollos de huevo murcianos
un dulce tradicional para meriendas con sabor de antaño

La repostería tradicional española está llena de dulces de toda la vida con forma de rosco. En Murcia las rosquillas no son un postre ni son fritas, pero sí tenemos un buen surtido de delicias al horno con su agujerito en medio. Los rollos de huevo son uno de esos dulces con sabor a horno de pueblo, a casa de la abuela, a meriendas de la infancia en familia.
Y, como sucede siempre con este tipo de elaboraciones, cada casa tiene su receta particular, de esas que se conservan escritas a mano o que simplemente van pasando de generación en generación. En mi casa confieso que a mi abuela y a mi madre se les daban mejor otros postres y los rollos siempre los hemos comprado a la panadería del pueblo, pero nunca es tarde para aprender nuevas recetas. Las de Teresa Vivancos nunca fallan, y estos rollos de huevo vuelven a demostrarlo.
Tan solo he reducido un poco la cantidad total de azúcar y he optado por hacer los rollos un pelín más pequeños, para tener más unidades. Son crujientes pero no muy duros, perfectos para mojar sin que se deshagan y para aguantar bien en una caja metálica durante muchos días.
Disponer el azúcar en un recipiente amplio y añadir la ralladura fina del limón, procurando no echar parte blanca. Frotar con las manos para liberar los aceites esenciales y echar tres huevos. Comenzar a batir con batidora de varillas y continuar subiendo la velocidad hasta que empiecen a aumentar de volumen.
Agregar poco a poco el aceite sin dejar de batir y continuar hasta que se integre bien. Mezclar aparte la harina con el gasificante o levadura química, y echar la mitad a la masa principal. Mezclar hasta integrar y echar el resto de harina, trabajando todo bien hasta tener una masa homogénea húmeda, no pegajosa. Tapar con film y dejar reposar 30 minutos.
Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo, o 165ºC con aire. Preparar unas bandejas con papel sulfurizado y batir el otro huevo en un recipiente. Tomar porciones de masa de entre 40 y 45 g y formar rollitos.

Se pueden hacer haciendo una bola y formando el agujero en el centro con el dedo, o estirando cilindros de masa para juntar las puntas. Colocarlos en las bandejas ligeramente separados, pintar con el huevo batido y espolvorear con azúcar. Si los hacemos más pequeños nos saldrán más y se hornearán antes.
Hornear durante unos 15-20 minutos, hasta que estén dorados, vigilando bien que no se quemen, especialmente por abajo. Dejar enfriar sobre una rejilla antes de guardar en un recipiente hermético.
Fuente: Directo al paladar
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