La gran estafa llamada "energía verde"
- El comercio de níquel se reanudó en la Bolsa de Metales de Londres (LME) más de un año después de que la LME suspendiera el comercio y cancelara operaciones por valor de miles de millones de dólares en respuesta a un breve ajuste. - La LME suspendió el caótico comercio de níquel el 8 de marzo de 2022, luego de que los precios se duplicaran a un récord de más de $100,000 por tonelada en cuestión de horas. Tanto la FCA como el Banco de Inglaterra comenzaron una revisión de la interrupción del comercio en abril del año pasado. - La semana pasada, la LME invalidó más de $2 millones ???? de níquel negociados en nueve contratos, que pertenecen a JPMorgan Chase & Co. Este níquel LME guardado como briquetas en bolsas resultó ser solo bolsas de rocas. - Esto desencadenó inspecciones masivas por parte del personal del almacén, obligado a apresurarse a revisar decenas de miles de sacos de níquel de dos toneladas. La LME dijo hace unos días que no tenía motivos para creer que alguna otra entidad aprobada por la LME se viera afectada. - El auge del níquel en Indonesia (impulsado por el impulso de la energía "verde") amenaza los derechos a la tierra de los agricultores y daña el medio ambiente. Los agricultores se enfrentan a la perspectiva de perder sus tierras y medios de subsistencia. El suelo contaminado de las minas de níquel arrastrado por las colinas de lluvia ha convertido las aguas costeras del Océano Pacífico en un color rojo intenso. - La creciente demanda mundial de níquel, utilizado en baterías de iones de litio y acero inoxidable, ha empujado a los principales usuarios a centrarse en Indonesia, el mayor productor del sudeste asiático. Rusia representa el 7% del níquel mundial y es, a su vez, uno de los mayores exportadores mundiales de níquel negociado en la LME. Las sanciones han empeorado la volatilidad del mercado.
La autoridades de Reino Unido han condenado a una serie de empresas energéticas, que vendían energía producida mediante combustibles fósiles como energía limpia procedente de fuentes renovables a millones de hogares.
Puesto que lo verde vende y está de moda, uno de los reclamos comerciales más apetitosos para las compañías en la actualidad, pasa por hacer pública la procedencia de la energía que consumen, siempre y cuando esta sea 100% de origen renovable.
Bajo esta premisa verde, en Reino Unido más de nueve millones de hogares y miles de empresas se han pasado a tarifas y compañías que vendían su energía como limpia y renovable.
Energía sucia vendida como limpia
Anta la avalancha de ofertas y ‘certificados’ de procedencia que inundaban el país, diferentes compañías han denunciado a las autoridades ciertos trucos y tácticas de marketing que hacían pasar electricidad producida mediante energías de origen fósil, como luz limpia producida por fuentes renovables.
Ante las acusaciones de «lavado verde» realizada por diferentes proveedores de energía, en declaraciones recogidas por la BBC, Richard Neudegg de Uswitch.com ha lanzado la voz de alarma advirtiendo que: «La transparencia es clave para llevar a los consumidores a lo largo del viaje hacia las emisiones cero netas«.

En la actualidad el Departamento de Negocios británico está investigando si los proveedores han de mostrar con mayor transparencia la información necesaria sobre los diferentes tipos de energía renovable utilizada, como dónde se generó y en qué momento.
Ante esta situación la ministra del Clima y Energía, Anne-Marie Trevelyan, indica hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos, puesto que «millones de hogares del Reino Unido están eligiendo hacer el cambio verde y cada vez más nuestra energía proviene de energías renovables, pero quiero que la gente sepa que cuando se suscriben a una tarifa verde, están invirtiendo en empresas que toman una decisión consciente para invertir en energía renovable«.
¿Trapicheo con los certificados?
Las autoridades británicas han planteado una forma de regulación para los intermediarios de energía, como los sitios web de comparación de precios y los servicios de cambio automático.
Estos últimos no están sujetos a las reglas del mercado minorista y ofrecen al consumidor comparar precios y tarifas de diferentes empresas para elegir la más rentable. Este tipo de servicios permiten transferir todo el control sobre la selección y el pago de la electricidad.
En la actualidad los proveedores de electricidad están especulando con tarifas verdes mezclando energía renovable con productos de combustibles fósiles.
Un aspecto clave es que cuando se genera una unidad renovable de electricidad por ejemplo, por una turbina eólica, el regulador de energía Ofgem emite una Garantía de Origen de Energía Renovable (REGO) a la empresa propietaria de la turbina eólica, para demostrar que esta energía es verde.
Pero a los productores de electricidad verde se les permite vender tanto la electricidad como el certificado por separado.
Puesto que existe un mercado donde se comercian los REGO sobrantes y de estos, en la actualidad, hay bastantes considerados «de repuesto» que permiten a los proveedores de energía cubrir la proporción de combustibles fósiles que venden a los clientes en cada tarifa.
Cada certificado cuesta únicamente entre 1 y 2 libras esterlinas por cliente al año (1.1 o 2.3 euros). Esto supone que un proveedor de energía puede hacer que la electricidad del mercado mayorista, que incluye los combustibles fósiles, se vea como completamente verde, a un precio asequible.
Fuentes: LME y Foro Coches
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