¿Cuál es la tensión arterial y el pulso normales según la edad?
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias y es fundamental para garantizar la circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos, permitiendo el transporte de oxígeno y nutrientes a todos los tejidos del cuerpo para su correcto funcionamiento.

Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se compone de dos cifras. La primera se refiere a la presión arterial sistólica —se produce cuando el corazón se contrae para bombear sangre— y la segunda a la presión arterial diastólica —cuando el corazón se relaja entre latidos—.
Según explican desde la Fundación Española del Corazón, cuando se habla de presión arterial normal, en adultos los niveles máximos de presión arterial sistólica, deben estar entre 120-129 mmHg, y los de diastólica entre 80 y 84 mmHg. Los cardiólogos afirman que cifras más bajas también pueden considerarse normales, siempre que no provoquen ningún síntoma.
En adolescentes de entre 14 y 19 años, la presión sistólica suele estar entre 105 y 120; y la presión diastólica entre 73 y 80.
En niños de 6 a 13 años, los valores se encuentran entre los 90 y 115 de presión sistólica y de 60 a 80 en el caso de la presión diastólica.
Categorías de presión arterial
Tipos de tensión arterial
Atendiendo a los valores de la tensión arterial, expertos de Sanitas explican cuáles son los niveles normales, baja, alta o prehipertensión.
Normal: los valores que determinan la normalidad pueden oscilar entre 90/60 y 130/90 mm de mercurio.
Hipotensión o tensión baja: cuando se produce una caída de 20 mm de mercurio sobre los valores que se tienen habitualmente.
Hipertensión o tensión alta: si se superan los 140/90 mm de mercurio. El envejecimiento conlleva habitualmente un aumento de la tensión arterial a causa del endurecimiento de las paredes arteriales, por lo que es muy frecuente que las personas mayores sufran de hipertensión.
Prehipertensión: en una clasificación recientemente incorporada y que está determinada cuando el valor de la tensión arterial se encuentra entre 130/80 y 140/90 mm de mercurio. Llegados a este punto los especialistas consideran que es el momento de iniciar una vigilancia más continuada así como adoptar medidas preventivas que afectan a los hábitos de vida especialmente en lo referente a la dieta y a la práctica regular de ejercicio, así como al abandono del tabaco en caso de que se sea fumador.
Frecuencia cardíaca
Además de la presión arterial, es fundamental controlar la frecuencia cardíaca, el número de veces que el corazón late en un minuto (BPM). Medir esa frecuencia es importante porque, en caso de que no se ajuste a lo que el colectivo médico considera normal, puede alertarnos de un problema. Los cardiólogos explican que al nacer, la frecuencia cardiaca es más elevada por las necesidades del bebé. Con el crecimiento va disminuyendo hasta alcanzar las cifras normales de un adulto, que oscilan entre 50 y 100 latidos por minuto en reposo. Las frecuencias cardíacas normales en reposo son las siguientes:
- Adultos (18 años o más): 60 a 100 BPM
- Niños (6 a 15 años): 70 a 100 BPM
Algunas circunstancias pueden elevar la frecuencia cardiaca y superar los 100 latidos por minuto cuando se realiza ejercicio, en momentos de nervios o tensión, con anemia o si se padece alguna patología tiroidea.
Sin embargo, si no se da ninguna de estas circunstancias y la frecuencia cardiaca es superior a 100, conviene acudir al especialista para que, a través de un electrocardiograma, pueda decirnos cuál es exactamente nuestra frecuencia cardiaca.
Para medir la frecuencia cardiaca siempre debemos estar sentados, en reposo y en un ambiente templado. Se recomienda no haber consumido cafeína o excitante (bebidas de cola, café, etc.) en las horas previas a la medición.
Cómo medir la frecuencia
Lo primero es encontrar su pulso y los puntos estándar son la muñeca y el cuello.
- Medir la frecuencia cardiaca en la muñeca
- Coloca los dedos índice y corazón entre 1 y 2 cm por debajo del pliegue de la muñeca, entre el hueso que se palpa hacia afuera y el tendón que aparece por el lado interno.
- Pon un cronómetro durante un minuto y cuenta el número de pulsaciones que sientes en ese lapso de tiempo.
El número de latidos que sientes en un minuto te da tu frecuencia cardíaca medida en latidos por minuto.
Fuente: El debate
¿Cuál es tu reacción?






