El proyecto Global Virome - creacion de virus y bacterias en laboratorios
Colaboracion entre China y EEUU para crear armas biologicas
- El gobierno de Estados Unidos y China colaboraron en un proyecto llamado Global Virome Project (GVP), diseñado para catalogar miles de virus nuevos que podrían presentar riesgos de bioseguridad.
- El Departamento de Estado de EE.UU. y USAID apoyaron fuertemente el proyecto a pesar de las preguntas sin respuesta sobre la propiedad de los datos y la transparencia.
- Entre los líderes del proyecto se encontraba Shi Zhengli, científico sénior del Instituto de Virología de Wuhan (WIV), que ha sido vinculado a la investigación del coronavirus.
- El proyecto consistió en catalogar virus potencialmente peligrosos, con muestras dejadas en congeladores WIV después de una investigación respaldada por USAID.
- Las agencias estadounidenses proporcionaron más de 210 millones de dólares en fondos para GVP y un proyecto similar llamado PREDICT.
- El proyecto planteó preocupaciones sobre la bioseguridad de Estados Unidos y el riesgo de dominio chino en la investigación de virus.
- La colaboración con instituciones chinas como el Instituto de Virología de Wuhan y BGI, vinculadas al Ejército Popular de Liberación, aumentó los riesgos de bioseguridad.
- El gobierno de Estados Unidos siguió adelante con el proyecto a pesar de las advertencias sobre las posibles implicaciones para la seguridad nacional.
El Proyecto Global Virome involucró a Shi Zhengli y Peter Daszak
En una sorprendente revelación que pone de relieve las profundas preocupaciones éticas y de bioseguridad que rodean la investigación del virus, una nueva investigación ha expuesto los graves riesgos asociados con un proyecto de colaboración entre Estados Unidos y China. El Proyecto Global Virome (GVP, por sus siglas en inglés), encabezado por científicos estadounidenses y socios chinos, tenía como objetivo catalogar miles de virus nuevos que podrían propagarse a la población humana, lo que plantea importantes riesgos de bioseguridad global.
El Departamento de Estado de EE. UU. y USAID desempeñaron un papel crucial en el apoyo al GVP, inyectando millones de dólares en el proyecto mientras ignoraban preguntas críticas sobre la propiedad de los datos, la transparencia y los posibles riesgos de seguridad nacional. Entre los colaboradores clave se encontraban Shi Zhengli, científica principal del Instituto de Virología de Wuhan (WIV), y su homólogo estadounidense, Peter Daszak.
Un importante motivo de alarma es el hecho de que científicos respaldados por Estados Unidos dejaron miles de muestras de virus en los congeladores del Instituto de Virología de Wuhan. Esto incluye muestras de la provincia de Yunnan, un área donde se sabe que existen coronavirus estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2. El WIV, conocido por sus investigaciones sobre los coronavirus, ha sido durante mucho tiempo un centro de controversia debido a sus vínculos con el ejército chino y su negativa a compartir datos críticos con investigadores internacionales.
La asociación entre instituciones estadounidenses y chinas en el GVP involucró a BGI, la compañía de secuenciación genómica más grande de China, que tiene un historial controvertido de uso indebido de datos y participación militar. Según los registros obtenidos a través de las demandas de la Ley de Libertad de Información, BGI estaba preparado para manejar hasta el 30% del trabajo de secuenciación del GVP, lo que generó preocupaciones significativas sobre la confidencialidad de los datos y el riesgo de guerra biológica. Investigadores chinos están trabajando actualmente para identificar estos patógenos de potencial pandémico.
Funcionarios de EE.UU. ignoran preocupaciones de bioseguridad
A pesar de estas señales de alerta, los funcionarios estadounidenses persiguieron el proyecto con un entusiasmo inquebrantable, viéndolo como una oportunidad para una cooperación no controvertida con China. La embajada de Estados Unidos en Pekín respaldó el proyecto, con la esperanza de que sirviera como puerta de entrada para una mayor colaboración en enfermedades infecciosas y la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China.
Sin embargo, los riesgos eran muy claros. Los documentos revelan que las agencias estadounidenses eran plenamente conscientes del potencial del dominio chino en la investigación del viroma y de las implicaciones para la bioseguridad de Estados Unidos. Un cable de la embajada de Estados Unidos en Pekín decía: "El acceso limitado a la información obtenida a través de estos esfuerzos puede tener serias implicaciones para la seguridad nacional".
La decisión del gobierno de los Estados Unidos de invertir tanto en este proyecto, a pesar de los riesgos claros y las preguntas sin respuesta, demuestra un peligroso desprecio por la bioseguridad y el potencial de una catástrofe humana. El hecho de que no se hayan abordado las preocupaciones sobre la propiedad y la transparencia de los datos ha dejado la puerta abierta a un posible uso indebido de la investigación por parte de actores sin escrúpulos.
La decisión de 2023 de excluir al Instituto de Virología de Wuhan de la financiación federal durante 10 años debido a que no entregó cuadernos de laboratorio cruciales es un reconocimiento tácito de estos riesgos. Sin embargo, es posible que el daño ya esté hecho, con la posibilidad de que las muestras del virus caigan en las manos equivocadas y el riesgo de que la investigación no regulada continúe hasta el día de hoy.
A medida que el mundo se enfrenta a la amenaza continua de pandemias, programas de vacunas depredadores y amenazas a la bioseguridad, es imperativo que los gobiernos y las instituciones internacionales analicen detenidamente los peligros potenciales de los proyectos de investigación colaborativa y prioricen la transparencia, la seguridad y la conducta ética en todos los esfuerzos futuros.
Fuente: Natural News
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