Bebés editados genéticamente producidos en masa

Sam Altman y su esposo financian una nueva empresa de BioLab

Noviembre 16, 2025 - 11:04
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Bebés editados genéticamente producidos en masa

Cuando se supo que Sam Altman de OpenAI y su esposo Oliver Mulherin habían apoyado una nueva startup centrada en la ingeniería genética de bebés, el mundo de la tecnología aplaudió. Pero más allá de los aplausos, en los rincones más oscuros de Internet, comenzó a surgir una narrativa mucho más inquietante.

La startup, Preventive, ha recaudado 30 millones de dólares y ha establecido su sede en San Francisco, prometiendo "abordar condiciones genéticas devastadoras". Para los optimistas de la biotecnología, es una visión noble. Para los críticos, es algo completamente diferente: el prototipo de un futuro en el que los laboratorios financiados por la élite diseñan la próxima generación de la humanidad, fuera de la supervisión democrática, fuera del escrutinio público y fuera de los límites morales.

Y si el miedo distópico se siente exagerado, considere el panorama general: la misión de Preventive es actualmente ilegal en los EE. UU., el Reino Unido y muchos otros países.

Entonces, ¿por qué algunos de los hombres más poderosos de la tecnología estarían canalizando dinero hacia algo que los gobiernos han prohibido explícitamente?

¿Una nueva frontera o una nueva industria de humanos manufacturados?

El argumento de Preventive es simple: usar la edición de genes en embriones humanos para eliminar enfermedades hereditarias antes del nacimiento. Un milagro moderno, al pie de la letra.

Pero los críticos advierten que una vez que exista la tecnología, el paso de "eliminar enfermedades" a "rasgos de ingeniería" no solo es pequeño, es inevitable.

Altura. Inteligencia. Personalidad. Fuerza física. Una vez que la puerta se abre, nunca se cierra. Y esa puerta se está abriendo en las sombras.

Según un informe compartido en The Times, el CEO de Coinbase, Brian Armstrong, está invirtiendo junto con Altman y Mulherin, calificando el proyecto como un salto necesario hacia adelante:

"Más de 300 millones de personas en todo el mundo viven con enfermedades genéticas... La investigación debe determinar si se pueden desarrollar terapias seguras para curar estas enfermedades al nacer".

Eso puede sonar ético. Pero los críticos hacen una pregunta más oscura:

¿Curar enfermedades para quién? ¿Y controlados por quién?

La opción EAU: Probando lo que Occidente no permite

Debido a que los bebés editados genéticamente son ilegales en los EE. UU. y la mayoría de las naciones occidentales, The Wall Street Journal señaló que Preventive estaba explorando una solución controvertida:
usar los Emiratos Árabes Unidos como campo de pruebas, ya que la edición de embriones está permitida allí.

Los opositores ven un patrón distópico:

  1. Poderosas élites tecnológicas financian un proyecto radical de biolaboratorio.
  2. Lo llevan al extranjero para evitar la regulación y la supervisión.
  3. Prueban a la primera generación de niños diseñados en suelo extranjero.
  4. Introducen sus resultados de nuevo en Occidente como un "avance".

Si eso suena familiar, es porque así es como muchas industrias, desde farmacéuticas hasta financieras, históricamente han eludido las barreras éticas.

Ahora imagina ese mismo patrón aplicado no a las drogas, sino a los seres humanos.

Los primeros voluntarios: una pareja dispuesta a dejar que los científicos alteren el ADN de su hijo

Según los informes, los científicos de Preventive ya están en conversaciones con una pareja que porta una enfermedad genética y están dispuestos a participar en un experimento de edición de embriones.

Incluso los partidarios admiten que esta sería la primera vida humana creada a través de su sistema.

Los críticos argumentan que también sería la primera vida humana creada a merced de los intereses del capital de riesgo.

En un mundo donde los directores ejecutivos de tecnología ya dan forma a nuestra información, nuestro dinero y nuestro discurso político...
¿Deberían también dar forma a nuestra biología?

El factor Altman: IA + ingeniería genética

Quizás el elemento más escalofriante no es la edición de genes en sí, sino las personas involucradas.

Sam Altman no es solo un inversionista rico. Es la cara pública de la inteligencia artificial, una tecnología que ya está remodelando las estructuras de poder globales.

Ahora imagina a las mismas personas dirigiendo la IA también dirigiendo la evolución humana.

Imagine algoritmos de selección de genes optimizados por IA que deciden:

  • qué embriones sobreviven
  • qué rasgos son "preferibles"
  • qué vidas vale la pena crear

Para los críticos, Preventive se parece menos a un proyecto médico... y más como el primer campo de batalla de un futuro posthumano.

Fuente: The peoples voice

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