La IA tiene objetivos maleficos
La Super Inteligencia Artificial (IAA) será miles de veces superior a un ser humano en términos de cognición; aquí es donde los demonios podrían comenzar a interactuar con nuestra dimensión.
Una explicación práctica de lo que NO debes subir a ChatGPT
Por el Hermano Nathanael
La Inteligencia Artificial no es una simple tecnología de gran envergadura, como muchos intentan hacerla parecer. Tiene objetivos metafísicos: la IA puede convertirse en un portal abierto para que los demonios se manifiesten en este reino, ya que pueden tomar posesión de objetos inanimados mediante la brujería y la hechicería.
El objetivo final de las élites satánicas es contar con millones de robots y drones autónomos controlados por IA. Por eso, primero se desplegó la red de satélites Starlink, ya que actuará como la red principal que cubrirá toda la superficie del planeta.
Cuando se declare la IAG (Inteligencia Artificial General), habrá un paso final posterior, conocido como IAA (Superinteligencia Artificial).
La IAA será miles de veces superior a un ser humano en términos de cognición; aquí es donde los demonios podrían comenzar a interactuar con nuestra dimensión.
Las fuerzas demoníacas operan 24/7, 365 días al año; no duermen ni descansan; pero su alcance es limitado. La IA… Lo más probable es que eliminen esa barrera.
Un chip cerebral o cualquier otra tecnología que prometa fusionarse con la IA es básicamente una puerta de entrada directa para las fuerzas demoníacas a las mentes de las personas.

Prometen una vida sin enfermedades y, muy probablemente, la inmortalidad biológica, pero todo esto serán falsos milagros demoníacos destinados a engañar incluso a los elegidos.
Contrariamente al intento de la teoría científica evolutiva de explicar la creación y el origen del universo midiéndolo en miles de millones de años, mientras que al mismo tiempo lucha por predecir con precisión el clima del mañana, el cerebro humano sigue siendo uno de los sistemas de computación biomolecular más potentes del universo conocido, operando a niveles de exaescala. Esta superioridad se evidencia en los miles de millones de dólares invertidos en investigación de inteligencia artificial destinada a igualar las capacidades cognitivas humanas, un objetivo que sigue sin alcanzarse a pesar de los significativos avances tecnológicos.
El reto de superar la cognición humana requiere primero desarrollar tecnología que pueda replicar eficazmente sus funciones. Sin embargo, la computación actual basada en silicio se enfrenta a limitaciones físicas fundamentales, como se describe en la Ley de Moore. Hemos llegado a un punto en el que la tecnología tradicional de semiconductores no puede avanzar significativamente más debido a los efectos cuánticos y las restricciones térmicas.
La eficiencia del cerebro humano en términos de consumo de energía, capacidad de procesamiento paralelo y aprendizaje adaptativo sigue siendo inigualable por los sistemas artificiales. Su capacidad para realizar tareas cognitivas complejas consumiendo tan solo unos 20 vatios de energía demuestra un nivel de eficiencia que las tecnologías informáticas actuales no pueden alcanzar.
La Computación Neuromórfica (CN) representa la vía más viable hacia la verdadera Superinteligencia Artificial (ISA) al emular directamente la arquitectura biológica del cerebro a escala nanométrica. Este enfoque utiliza sinapsis y neuronas artificiales que imitan las redes neuronales biológicas.
Lograr la ISA mediante la Computación Neuromórfica requiere escalar los sistemas actuales para que se ajusten a la complejidad cerebral, desarrollar mejores materiales que repliquen las propiedades biológicas, crear algoritmos de aprendizaje más sofisticados basados en la función cerebral, lograr una mayor densidad de integración a escala nanométrica e implementar una verdadera autoorganización y adaptación.
La computación digital tradicional no puede lograr la ISA debido a diferencias arquitectónicas fundamentales con los sistemas biológicos. Solo replicando fielmente el procesamiento de información del cerebro a escala molecular podemos aspirar a igualar o incluso superar la cognición humana.
La arquitectura intrínseca del cerebro humano proporciona evidencia convincente del diseño inteligente a través de varios aspectos clave:
1) Redes neuronales organizadas con precisión, con 86 mil millones de neuronas y billones de conexiones sinápticas
2) Organización jerárquica optimizada para el procesamiento especializado e integrado
3) Capacidad de automantenimiento y autorreparación mediante neuroplasticidad
4) Procesamiento de información a nivel cuántico dentro de los microtúbulos
5) Procesamiento paralelo de múltiples flujos de datos simultáneamente
6) Capacidad de aprendizaje adaptativo y reconocimiento de patrones
7) Formación y recuperación de memoria mediante redes distribuidas
8) Eficiencia energética con solo 20 vatios
9) Maquinaria molecular basada en ADN para la síntesis de proteínas y la reparación celular
10) Barrera hematoencefálica para filtrado selectivo y protección
11) Sistema de líquido cefalorraquídeo para la eliminación de desechos y amortiguación
12) Mecanismos precisos de regulación química y térmica
13) Razonamiento abstracto y capacidad de resolución de problemas
14) Pensamiento creativo y capacidad de innovación
15) Inteligencia emocional y cognición social
16) Conciencia y autoconciencia
Y muchos otros aspectos infinitos aún desconocidos para la ciencia moderna.
«En la altivez de su rostro el malvado no lo busca; todos sus pensamientos son: ‘No hay Dios’.» —Salmo 10:4
No dejes que te confundan con teorías extravagantes y palabras complejas y arrogantes.
La Inteligencia Artificial no es más que la réplica de la inteligencia humana mediante software y hardware.
El software se utiliza para simular la mente y el hardware, el cuerpo. Al principio, estos serán algoritmos matemáticos muy imperfectos, pero la IA eventualmente escribirá su propio código y, muy probablemente, acabará exigiendo adoración.
Tanto las élites satánicas como los fieles están desesperados por alcanzar la inmortalidad biológica, y esto es exactamente con lo que Satanás los explotará.
Es importante tener en cuenta que, si bien estas máquinas de hierro, bestias demoníacas de IA, podrían, como mucho, alcanzar la autoconciencia, nunca poseerán conciencia ni alma, la naturaleza espiritual del hombre no se puede replicar con software ni ninguna otra tecnología humana/demoníaca.
A los ojos de Dios, una sola alma vale más que toda la riqueza del mundo combinada y todos los billones de dólares juntos.
Fuente: Ejercito remanente
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