Inyecciones de ARNm que convierten las células humanas en "incubadoras de peste negra"

Julio 21, 2025 - 09:45
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Inyecciones de ARNm que convierten las células humanas en "incubadoras de peste negra"

El gobierno israelí ha presentado escalofriantes inyecciones de ARNm diseñadas por científicos militares del Instituto Israelí de Investigación Biológica (IIBR), que incorporan genes de virulencia de una Yersinia pestis mutante, la bacteria detrás de la Peste Negra, que podría convertir las células humanas en incubadoras de plagas mortales. Esta investigación de "vacunas" con tintes de guerra biológica, financiada en medio de un impulso global para pandemias diseñadas, ha encendido la indignación mundial por sus horrores éticos y los riesgos de desencadenar brotes catastróficos.

Los gobiernos de todo el mundo están financiando este tipo de iniciativas criminales sin restricciones, lo que permite a los científicos elaborar la próxima plandemia bajo el disfraz de la innovación. El proyecto del IIBR, que combina genes de plaga con tecnología de ARNm, ejemplifica esta locura, planteando profundas preocupaciones sobre la seguridad de las vacunas, la bioética y la militarización de la biología, ya que nadie interviene para detener este peligroso camino hacia la perdición autoinfligida.

Naturalnews.com informes: ¿La cepa genéticamente alterada, conocida como F1? Kimberley53, se desarrolló eliminando el gen caf1 de una variante de peste completamente virulenta, eliminando así la cápsula de protección inmunológica de la bacteria. Esta cepa modificada fue diseñada para simular un patógeno de "escape de vacuna", uno que potencialmente podría eludir las defensas inmunitarias. Luego, los investigadores extrajeron segmentos genéticos de esta plaga modificada y los insertaron en una vacuna de ARNm de doble componente.

Esta vacuna contiene instrucciones de ARNm sintético para producir dos proteínas modificadas de la plaga:

  1. LcrV: una proteína de virulencia utilizada por Y. pestis para suprimir las respuestas inmunitarias e infectar las células humanas.
  2. F1: una proteína que normalmente forma una cápsula alrededor de la bacteria para protegerla de la detección inmunitaria.

Ambas proteínas se fusionaron aún más con un dominio de anticuerpos humanos (región Fc) para mejorar la estabilidad y la respuesta inmunitaria. El ARNm se alteró químicamente con N1-metil-pseudouridina (m1?), un nucleótido sintético que también se utiliza en las vacunas contra la COVID-19. Mientras que m1? aumenta la longevidad del ARNm y la producción de proteínas, los estudios lo han relacionado con la evasión inmunitaria, las respuestas autoinmunes e incluso el crecimiento tumoral acelerado.

Los críticos argumentan que esta investigación, llevada a cabo bajo la bandera de la preparación para pandemias y la biodefensa, se acerca peligrosamente a violar las leyes internacionales sobre armas biológicas. Israel, en particular, no es signatario de la Convención sobre Armas Biológicas, y el IIBR ha estado asociado durante mucho tiempo con la investigación biológica de grado militar. A pesar de esto, el estudio fue revisado por pares y apoyado por el Consejo Europeo de Investigación y el programa Horizonte 2020 de la UE.

Los expertos legales y éticos advierten que el enfoque del equipo israelí —diseñar una versión mutante de la plaga y usar sus mecanismos de virulencia para programar células humanas— plantea profundas preocupaciones éticas y de bioseguridad. Estos incluyen el posible uso indebido de la tecnología, los riesgos de liberación accidental y los peligros para la salud que plantean las vacunas sintéticas de ARNm que dirigen a las células humanas para producir proteínas bacterianas dañinas.

¿El uso de m1? En esta plataforma es especialmente preocupante, ya que múltiples estudios han destacado su papel en la creación de proteínas "rebeldes" a través de cambios de marco genéticos y en la promoción de la metástasis del cáncer. Los críticos argumentan que esto agrega otra capa de riesgo, especialmente a medida que las dosis de refuerzo se acumulan en las personas.

Este proyecto marca una intersección inquietante entre la biotecnología, los intereses militares y la política sanitaria mundial. También sienta un precedente para normalizar el uso de patógenos de nivel 1 modificados genéticamente, aquellos clasificados como amenazas de bioterrorismo de alto nivel, en el desarrollo de vacunas. Si bien pretende ser una medida defensiva, la manipulación de los genes de la peste para su inserción en células humanas a través de plataformas de ARNm subraya la creciente amenaza de la investigación de doble uso, donde la línea entre la innovación médica y la guerra biológica se vuelve cada vez más borrosa.

Fuente. The peoples voice

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