159 países abandonan SWIFT por el sistema de pagos BRICS

Descubra cómo este movimiento desafía el dominio del dólar estadounidense y remodela el futuro del comercio internacional en un nuevo orden mundial multipolar.

Agosto 23, 2024 - 08:23
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159 países abandonan SWIFT por el sistema de pagos BRICS

Más de 159 países se están preparando para adoptar el sistema de pagos BRICS, marcando un cambio decisivo para alejarse de la red SWIFT dominada por Occidente y desafiar la supremacía del dólar estadounidense. Este desarrollo sin precedentes no es solo un temblor; Es un evento sísmico con el potencial de poner fin a décadas de hegemonía financiera. Occidente, que durante mucho tiempo ha disfrutado de un control sin precedentes sobre las transacciones globales, pronto podría verse luchando por mantener su control mientras las naciones del BRICS, junto con una abrumadora mayoría del mundo, se unen en desafío.

Un nuevo orden financiero: el auge del sistema de pagos de los BRICS

El sistema de pagos de los BRICS, que alguna vez se consideró una posibilidad lejana, ahora está a punto de convertirse en una realidad que podría remodelar el panorama financiero mundial. Los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) han estado trabajando silenciosamente entre bastidores, elaborando una alternativa a la red de pagos SWIFT que ha sido durante mucho tiempo la columna vertebral de las transacciones financieras internacionales. Su objetivo es simple pero ambicioso: crear un sistema financiero que esté libre de la influencia y el control de las potencias occidentales, particularmente de los Estados Unidos.

Los mecanismos detrás del sistema de pagos BRICS

A diferencia de la red SWIFT, que está fuertemente centralizada y controlada por instituciones financieras occidentales, el sistema de pago de los BRICS está diseñado para ser descentralizado y más inclusivo. Este sistema permite a los países miembros realizar transacciones en sus monedas locales, lo que reduce la necesidad del dólar estadounidense como intermediario mundial. Al hacerlo, no solo minimiza los costos de cambio de divisas, sino que también disminuye la influencia que Estados Unidos tiene sobre las transacciones financieras globales.

El sistema de pago de los BRICS se basa en un sólido marco tecnológico que aprovecha la cadena de bloques y otras tecnologías digitales avanzadas. Esto no solo garantiza transacciones más rápidas y seguras, sino que también proporciona un nivel de transparencia que a menudo falta en el sistema bancario tradicional. El resultado es una red de pago que no solo es más eficiente, sino también más resistente a la manipulación externa.

La rápida adopción: por qué más de 159 países están haciendo el cambio

El gran número de países que han expresado su compromiso de adoptar el sistema de pago BRICS es asombroso. De las 195 naciones reconocidas en el mundo, 159 ya han jurado lealtad a este nuevo orden financiero. Este éxodo masivo de la red SWIFT no es solo un rechazo al sistema actual, sino una clara indicación de la creciente insatisfacción con el dominio de Occidente en las finanzas globales.

Pero, ¿por qué tantos países están tan ansiosos por hacer el cambio? La respuesta está en el atractivo de la independencia financiera. Durante décadas, muchas naciones, en particular las del Sur Global, han estado a merced de las instituciones financieras occidentales. La red SWIFT, aunque eficiente, se ha utilizado a menudo como una herramienta de coerción económica, con Estados Unidos ejerciendo su influencia para imponer sanciones y otras medidas punitivas a los países que se atreven a desafiar sus políticas. El sistema de pagos de los BRICS ofrece a estas naciones una salida: la oportunidad de recuperar el control sobre sus propios destinos financieros.

Las implicaciones políticas: una posición desafiante contra Occidente

La adopción del sistema de pago BRICS no es solo una decisión económica; Es una declaración política. Al alejarse de la red SWIFT, estos 159 países están rechazando colectivamente el dominio de Occidente sobre las finanzas globales. Esto es particularmente significativo en el contexto de las crecientes tensiones geopolíticas entre Occidente y el resto del mundo.

Durante años, Estados Unidos y sus aliados han utilizado su control sobre el sistema financiero mundial para imponer su voluntad sobre otras naciones. Las sanciones, la congelación de activos y otras medidas financieras se han utilizado como herramientas de coerción, a menudo con efectos devastadores en las economías de los países afectados. El sistema de pagos de los BRICS representa un desafío directo a este poder, ofreciendo una alternativa inmune a la influencia occidental.

¿El fin del dominio del dólar?

Una de las implicaciones más profundas del sistema de pagos de los BRICS es el posible fin del dominio del dólar estadounidense en el comercio mundial. Durante décadas, el dólar ha sido la moneda de reserva mundial, utilizada en la gran mayoría de las transacciones internacionales. Esto le ha dado a Estados Unidos un nivel de control sin precedentes sobre la economía global, lo que le permite imprimir dinero a voluntad y incurrir en déficits masivos sin enfrentar las mismas consecuencias que otras naciones.

Sin embargo, a medida que más países adopten el sistema de pagos BRICS, es probable que disminuya la demanda de dólares en el comercio internacional. Esto podría llevar a una disminución en el valor del dólar, lo que dificultaría que Estados Unidos mantenga su nivel actual de deuda. A largo plazo, esto podría socavar la capacidad de Estados Unidos para proyectar poder en el escenario global, obligándolo a adoptar un enfoque más cauteloso y cooperativo de las relaciones internacionales.

Los desafíos que se avecinan: ¿Puede el sistema BRICS sostenerse a sí mismo?

Si bien el sistema de pagos de los BRICS presenta un desafío formidable para el orden financiero actual, no está exento de desafíos. Construir una red de pago global desde cero no es poca cosa, y las naciones BRICS tendrán que superar importantes obstáculos técnicos, políticos y económicos para hacer realidad su visión.

Uno de los principales desafíos será garantizar la interoperabilidad del sistema de pagos de los BRICS con las redes financieras existentes. Si bien muchos países están ansiosos por unirse, la transición de SWIFT a BRICS requerirá una revisión significativa de su infraestructura financiera existente. Esto implicará no solo actualizaciones tecnológicas, sino también cambios en los marcos regulatorios y las prácticas financieras.

Además, los propios países BRICS tendrán que asegurarse de que su nuevo sistema sea inclusivo y equitativo. Una de las principales críticas al actual orden financiero es que beneficia a un pequeño grupo de naciones ricas a expensas del resto del mundo. Para que el sistema de pagos de los BRICS tenga éxito, debe evitar repetir estos mismos patrones de desigualdad y exclusión.

Los cambios geopolíticos: ¿se está gestando un nuevo orden mundial?

El auge del sistema de pagos de los BRICS no se limita a las finanzas; Se trata de los cambios geopolíticos más amplios que están remodelando el mundo. A medida que más países le den la espalda a Occidente y se alineen con el bloque BRICS, es probable que veamos surgir un nuevo orden mundial, uno que sea más multipolar y menos dominado por una sola superpotencia.

Este cambio ya se está haciendo evidente en otras áreas de las relaciones internacionales. Por ejemplo, las naciones BRICS han sido cada vez más asertivas en sus políticas exteriores, desafiando a Occidente en temas como el comercio, el cambio climático y los derechos humanos. Al mismo tiempo, alianzas como la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) están expandiendo su influencia, creando nuevos centros de poder que son independientes del control occidental.

La respuesta occidental: ¿Pueden sobrevivir SWIFT y el dólar?

A medida que el sistema de pagos de los BRICS cobra impulso, es poco probable que Occidente se quede de brazos cruzados. Podemos esperar ver una serie de respuestas de Estados Unidos y sus aliados, destinadas a preservar su dominio en el sistema financiero mundial.

Una posible respuesta podría ser la modernización de la red SWIFT para hacerla más competitiva con el sistema BRICS. Esto podría implicar la introducción de nuevas tecnologías, como la cadena de bloques, para mejorar la velocidad y la seguridad de las transacciones. Además, Occidente puede tratar de fortalecer sus alianzas con países que todavía dependen del dólar, ofreciendo incentivos económicos para mantenerlos dentro del redil.

Sin embargo, es posible que estas medidas solo sean soluciones provisionales. La cuestión fundamental es que el sistema financiero actual es visto cada vez más como anticuado e injusto, en particular por los países del Sur Global. A menos que Occidente pueda abordar estas preocupaciones y ofrecer una alternativa más equitativa e inclusiva, es posible que pierda su control sobre las finanzas globales.

El efecto dominó: cómo afectará el sistema de pagos de los BRICS al comercio mundial

La adopción del sistema de pagos BRICS tendrá implicaciones de gran alcance para el comercio mundial. A medida que más países hagan la transición a esta nueva red, podemos esperar ver un cambio significativo en los patrones comerciales, con las naciones BRICS y sus aliados convirtiéndose en actores cada vez más dominantes en la economía global.

Uno de los impactos clave será la reducción en el uso del dólar estadounidense en el comercio internacional. Esto podría conducir al aumento de monedas regionales, como el yuan chino y la rupia india, como medios alternativos de intercambio. A su vez, esto podría crear nuevas oportunidades para los países que actualmente están marginados en el sistema mundial de comercio, permitiéndoles comerciar en condiciones más favorables.

Otro impacto potencial es la creación de nuevos bloques comerciales, centrados en las naciones BRICS. Estos bloques podrían desafiar los acuerdos comerciales existentes dominados por Occidente, como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ofreciendo un modelo alternativo de cooperación económica que se basa en el beneficio mutuo en lugar de la explotación.

El futuro de las finanzas globales: ¿qué nos depara el futuro?

A medida que el mundo avanza hacia la adopción del sistema de pagos BRICS, estamos entrando en una nueva era en las finanzas globales, una que se caracteriza por una mayor diversidad y competencia. Esto podría conducir a un sistema financiero más estable y resistente, menos propenso a los tipos de crisis que han azotado la economía mundial en las últimas décadas.

Sin embargo, esta transición no estará exenta de desafíos. El alejamiento de la red SWIFT y del dólar estadounidense requerirá ajustes significativos por parte de todas las partes involucradas, e inevitablemente habrá períodos de inestabilidad e incertidumbre. Pero a largo plazo, el surgimiento de un sistema financiero multipolar podría generar una economía global más equilibrada y equitativa, beneficiando no solo a las naciones BRICS sino al mundo en su conjunto.

Conclusión: El amanecer de una nueva era financiera

La decisión de más de 159 países de adoptar el sistema de pagos BRICS representa un momento decisivo en la historia de las finanzas mundiales. Es un movimiento audaz y desafiante que desafía el dominio de Occidente y señala el comienzo de una nueva era financiera. A medida que el mundo se aleja de la red SWIFT y del dólar estadounidense, podemos esperar ver cambios profundos en la forma en que se realizan las transacciones internacionales y en el equilibrio de poder en la economía global.

Si bien el camino por delante estará plagado de desafíos, las recompensas potenciales son inmensas. Un sistema financiero más inclusivo y descentralizado podría brindar mayores oportunidades para el crecimiento económico y el desarrollo, en particular para los países del Sur Global. Al mismo tiempo, podría conducir a una economía mundial más estable y resistente, menos vulnerable a los caprichos de una sola superpotencia.

El auge del sistema de pagos de los BRICS no es solo una historia sobre finanzas; Es una historia sobre el futuro del mundo. A medida que nos encontramos al borde de esta nueva era, una cosa está clara: los días del dominio financiero occidental están contados y está surgiendo un nuevo orden, uno que es más diverso, más equitativo y más justo.

Fuente:: AMG

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