DEMENCIA PROVOCADA POR SUSTANCIAS QUÍMICAS
Se ha demostrado que grandes cantidades de sustancias químicas en alimentos, cosméticos, productos de cuidado personal y envases causan un rápido deterioro cognitivo

- Exposición química oculta en productos cotidianos: muchas personas subestiman los riesgos para la salud que representan los productos químicos en artículos de cuidado personal, empaques de alimentos, recibos, artículos para el hogar y cosméticos. Estas sustancias se acumulan con el tiempo, contribuyendo al deterioro cognitivo, la pérdida de memoria y la neurodegeneración.
- Sinergia tóxica de sustancias comunes: el aluminio (en utensilios de cocina, latas y desodorantes) y el fluoruro (en el agua y la pasta de dientes) trabajan juntos para cruzar la barrera hematoencefálica, acelerando el daño cognitivo. Los alimentos procesados, los pesticidas y las toxinas fúngicas (como el crecimiento excesivo de cándida) dañan aún más la función cerebral.
- Un estudio relaciona los fenoles, parabenos y ftalatos con el deterioro cognitivo: las investigaciones muestran que los adultos mayores, especialmente los hombres, expuestos a estos productos químicos que alteran el sistema endocrino (que se encuentran en plásticos, cosméticos y alimentos procesados) enfrentan mayores riesgos de pérdida de memoria y reducción de la velocidad de procesamiento, incluso a bajos niveles de exposición.
- Impacto acumulativo y preocupación por la salud pública: la exposición crónica a múltiples productos químicos interrumpe los procesos neuronales, y los estudios sugieren la necesidad de evaluaciones de seguridad más estrictas. Reducir la exposición a estas toxinas puede ayudar a preservar la salud cognitiva y la independencia en las poblaciones que envejecen.
La mayoría de las personas que comen bastante saludable piensan que cualquier otro problema de salud que experimenten es genético o de alguna enfermedad contagiosa, pero la verdad es que los productos químicos en los productos de cuidado personal, empaques, recibos, alfombras, sábanas y cosméticos están muy subestimados por dañar la salud de muchas maneras, incluido el deterioro cognitivo.
Hay un efecto acumulativo y eso es lo que realmente se pasa por alto. Es inquietante la cantidad de productos químicos permitidos en los productos cotidianos que la mayoría de las personas usan y terminan ingiriendo, inhalando, comiendo, bebiendo o inyectándose, y es triste.
La exposición crónica a elementos nocivos puede interrumpir los procesos neuronales, dañando el cerebro y causando pérdida de memoria
Los adultos mayores expuestos a sustancias químicas comunes que se encuentran en los envases de alimentos, los cosméticos y los recibos pueden enfrentarse a un mayor riesgo de pérdida de memoria y deterioro cognitivo, según un estudio publicado en abril en el Journal of Affective Disorders.
Los investigadores analizaron datos de casi 900 adultos estadounidenses con una edad promedio de 69 años y encontraron que la exposición combinada a fenoles, parabenos y ftalatos (PAE) se asoció con puntajes más bajos en las pruebas cognitivas, particularmente en los hombres. Los hallazgos plantean preocupaciones sobre los efectos acumulativos de la exposición diaria a sustancias químicas en la salud del cerebro.
El estudio reveló que los hombres con niveles más altos de estas sustancias químicas tenían casi 1,8 veces más probabilidades de mostrar dificultades cognitivas, particularmente en la memoria y la velocidad de procesamiento. Los ftalatos, especialmente el metilciclopentadienilo (MeCp) y el mono(2-etilhexilo) ftalato (MEHP), tenían los vínculos más fuertes con el deterioro de la función cerebral. Los investigadores sugieren que las diferencias biológicas pueden hacer que los hombres sean más vulnerables.
"La exposición crónica a elementos nocivos puede alterar los procesos neuronales, dañando el cerebro y provocando pérdida de memoria", anotaron los autores del estudio. Dado que casi 1 de cada 10 adultos mayores de EE. UU. ya vive con demencia, los hallazgos resaltan un creciente problema de salud pública.
Los ftalatos, parabenos y fenoles, que se encuentran en plásticos, productos de cuidado personal y alimentos procesados, son disruptores endocrinos conocidos. Un estudio de 2018 en eBioMedicine relacionó la exposición a ftalatos con más de 350.000 muertes cardiovasculares en todo el mundo. La nueva investigación añade el deterioro cognitivo a la lista de riesgos potenciales.
Los participantes con niveles químicos más altos obtuvieron peores resultados en las pruebas de memoria y resolución de problemas, incluso a niveles bajos de exposición. El MEHP, un producto de descomposición de un ablandador de plástico común, mostró la asociación negativa más fuerte, posiblemente debido a sus efectos inflamatorios.
Si bien el estudio establece una fuerte correlación, los investigadores advierten que se necesitan más estudios a largo plazo para confirmar la causalidad. "Estos hallazgos sugieren que necesitamos repensar cómo evaluamos la seguridad química, centrándonos en las mezclas en lugar de en las sustancias individuales", dijeron los autores.
A medida que la exposición a sustancias químicas se convierte en una parte inevitable de la vida moderna, este estudio subraya la necesidad de un mayor escrutinio de los productos cotidianos. Para los adultos mayores, reducir la exposición a estas sustancias podría ser un paso crítico para preservar la salud cognitiva y la independencia en años posteriores.
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Fuente: Natural News
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