Todos tenemos parásitos

En todo el mundo, más de 2 mil millones de personas se ven afectadas por parásitos. Y, contrariamente a la creencia popular, no es solo el tercer mundo el que se ve afectado. Y si es así, ¿por qué los médicos no suelen reconocerlos? Los médicos, al igual que con la nutrición, no están preparados para reconocer las enfermedades causadas por parásitos, y debido a que los síntomas a veces se asemejan a los de las infecciones bacterianas o virales, los pacientes a menudo son tratados por un problema diferente al que realmente padecen.

Octubre 11, 2023 - 08:12
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Todos tenemos parásitos

Las pruebas de heces para detectar parásitos no son efectivas por varias razones: de los más de 1.000 parásitos que pueden habitar en el cuerpo humano, solo hay pruebas para 40. Los parásitos suelen excretarse cuando están muertos, por lo que si están vivos no suelen salir (algunos tienen ganchos, como la Giardiasis, por ejemplo, con los que se adhieren a las paredes del intestino u otros órganos). Los parásitos más peligrosos son aquellos que han migrado a otros órganos fuera del tracto digestivo, lo que hace imposible que salgan a las heces cuando mueren. En este caso, sin la ayuda de enzimas encargadas de digerir los cuerpos de los parásitos, entrarían hongos y otros agentes putrefactos como los clostridios, lo que provocaría numerosos problemas de salud. Todos los parásitos son portadores de virus, bacterias y/o toxinas.

Los análisis de sangre convencionales no indican su presencia. Se requiere un análisis de sangre in vivo con un microscopio electrónico, que rara vez se hace. Con el dispositivo del Dr. Clark, Synchrometer, es posible detectar parásitos y otros microorganismos causantes de enfermedades en el cuerpo a partir de la saliva del paciente. Y también con el sistema de diagnóstico Quantum SCIO, desarrollado por Bill Nelson, es posible detectar todos los parásitos que viven en el cuerpo, determinar los órganos en los que se encuentran, así como la especie (Ascaris, Fasciolopsis buski, trematodo hepático, Onchocerca, Paragonimus...) y etapa de desarrollo (huevo, larva, cercaria, adulto, etc.).

Desde que nacemos hasta que morimos, estamos infectados con parásitos. Introducimos parásitos en nuestro cuerpo todos los días. Aunque no todas las personas sufren de parásitos, la gran mayoría sí. Los síntomas comunes de una infestación de parásitos, pero que pueden variar según el tipo de parásito, son:

Acné.

Fatiga.

Flatulencia.

Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.

Círculos oscuros debajo de los ojos.

Pérdida de peso o fiebre inexplicables.

Períodos intermitentes de diarrea o estreñimiento.

Picazón en el área nasal.

Piel seca, especialmente en codos y talones.

Problemas con la dieta

Crujir de dientes durante el sueño (bruxismo).

Verrugas

Vientre hinchado.

Estos síntomas ocurren en todos los parásitos, pero también puede haber síntomas específicos para cada parásito. Por ejemplo, Ascaris causa reblandecimiento de huesos y dientes. Por supuesto, muchas personas afectadas por parásitos son mal diagnosticadas, ya que los síntomas descritos también ocurren en muchas otras enfermedades.

Por otro lado, no es posible determinar la presencia de parásitos únicamente en función de los síntomas, ya que a menudo son asintomáticos, dependiendo de la persona y el tipo de parásito. Por otro lado, numerosas enfermedades como el cáncer, el SIDA, los problemas cardiovasculares, la artritis y en general, todas las enfermedades autoinmunes indican la presencia de parásitos.

En nuestra sociedad, la infección ocurre con mayor frecuencia a través del agua, los alimentos, las mascotas, las escuelas y los lugares a los que viajamos.

Las frutas y verduras mal lavadas son una fuente común de infección, especialmente cuando se importan de países donde los parásitos son endémicos; La carne y el pescado mal cocinados son vectores comunes; Las mascotas con las que convivimos nos contagian a través de su pelaje, pulgas, heces, pañales, inodoros, juguetes, prácticas sexuales que incluyen sexo oral, sexo anal y manipulación digital con una persona infectada favorecen la transmisión.

Quizás uno de los ejemplos más claros de que la belleza está en el ojo del espectador es el mundo de los parásitos. A primera vista, el nombre sugiere criaturas desagradables y de aspecto alienígena que se esconden en el cuerpo de otros seres vivos, robando su comida y causando graves problemas de salud. Sin embargo, si logramos vencer la repulsión lógica que inspira, podemos penetrar en una parte desconocida del mundo natural que alberga a las criaturas más repugnantes que podamos imaginar. Pensemos en los piojos, los ácaros, las amebas que causan diarrea en los viajeros, el Treponema plasmodium, responsable de dos millones de muertes al año por la terrible malaria, o los gusanos intestinales como la tenia, esa criatura sin ojos y sin boca que vive en el intestino, filtra y roba todos los nutrientes de los alimentos y puede alcanzar una longitud de más de 10 metros. Esta es la única respuesta a las fallas alimentarias y los problemas de absorción. No importa qué dieta o plan de nutrición sigamos, los nutrientes son devorados por estos villanos, por lo que nos perdemos los beneficios que necesitamos obtener de los alimentos. El vermífugo es necesario antes de cualquier dieta y también antes de cualquier tratamiento o intervención.

   Síntomas causados por parásitos

1. ¿Qué síntomas son causados por los parásitos en el cuero cabelludo o la piel?

Pérdida de cabello (no en los hombres), sarpullido, acné, psoriasis, heridas abiertas, forúnculos o abscesos, picazón y/o ardor, decoloración (vitíligo), verrugas, eccema. Algunos de los culpables son: piojos, piojos de la piel, cangrejos de río, sarna, labradores, garrapatas. Los Demodex follicularum son parásitos que viven en la cara, especialmente en los pómulos o la nariz. El ácaro de la gallina, que también coloniza a los humanos. Loa loa loa, anquilosis, filariasis. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. La mayoría de los parásitos de la piel son pequeños insectos o gusanos que se esconden en la piel y la convierten en su hábitat natural. Algunos parásitos viven en la piel durante una determinada fase de su ciclo de vida, otros son huéspedes permanentes en la piel, donde ponen sus huevos y se reproducen.

2. ¿Qué síntomas causan los parásitos en el cerebro?

Confusión mental, pérdida de memoria y mal aprendizaje, depresión, inestabilidad emocional, trastorno bipolar o esquizofrenia, dolor de cabeza o sensación de presión en la cabeza, pérdida de audición o visión, problemas de coordinación, insomnio, mal control de la temperatura, pérdida de control intestinal y/o vesical, y mala regulación de las glándulas endocrinas. Una gran culpable es la tenia, cuyos huevos viajan a través del torrente sanguíneo y se depositan en el cerebro, causando úlceras cerebrales (cisticercosis). Hasta ahora, no se ha explicado cómo pueden sobrevivir en un lugar donde no tienen nada para sí mismos, y la respuesta es que los metales y/o toxinas llegan al cerebro y atraen a estos parásitos. Otro culpable es la candidiasis (un hongo que se convierte en levadura), que entra sin problemas y causa muchos problemas.

3) ¿Qué síntomas causan los parásitos oculares?

Visión borrosa, distorsionada o doble; ojos rojos o llorosos; ceguera y estrabismo. El parásito del gusano del corazón Repens (parásito del perro) es común en estas afecciones. Los hongos y las bacterias en los lentes de contacto también causan ciertas afecciones oculares. ¡Buena salud!

Fuente: La luz de la verdad

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