Nueva Zelanda tiene 81% de la población inoculada

Ya no tenemos más remedio de decirlo así de claro: quien se siga creyendo toda la farsa después de lo que estamos viendo, es que es rematadamente imbécil. Y es que no pueden aparecer más pruebas que demuestren que todo esto es una gran mentira criminal cuyo único objetivo ha consistido siempre en vacunar al mayor número de incautos posibles.

Otro ejemplo claro lo podemos ver en el caso de Nueva Zelanda con ese ser infecto que tienen gobernando y que se llama Jacinda Ardern. Es posible que en las próximas horas, y a pesar de tener a un 81% de la población inoculada, el gobierno de aquel país apruebe nuevas restricciones.

Si bien la primer ministro ha declarado que no cerrará completamente el país, mencionó el aumento de las pruebas y el autoaislamiento forzado, y se han insinuado restricciones relacionadas con las vacunas (apartheid médico).

“Sabemos lo que hacer. Aislamiento si tiene COVID: eso reduce notablemente las tasas de infección de los demás. El aislamiento en su casa con usted es igualmente importante. Uso de mascarillas y vacunación. Esas son las tres cosas que tendrán el mayor impacto en nuestros números”, ha declarado mientras estaba de vacaciones en Fiji para el Foro de las Islas del Pacífico.

Según funcionarios del gobierno, la decisión de volver a imponer nuevas restricciones se debe a un aumento repentino de casos (aproximadamente 11,000 por día) en pleno verano, algo que no deja de ser “misterioso”, por llamarlo de alguna manera.

Como verán, los gobernantes de ciertos países no tienen pudor alguno en seguir con su farsa criminal, a pesar de que las pruebas deja en completa evidencia las medidas adoptadas. Veremos hasta dónde llega el límite de los ciudadanos porque esto ya no puede ser.

Fuente: El Diestro