Llegan los virus climaticos

El cofundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, ha emitido una declaración escalofriante, advirtiendo que el "próximo gran virus" capaz de paralizar el mundo podría no ser otro que el cambio climático.

Enmarcándola como una amenaza existencial, Schwab sugirió que esta crisis que se avecina podría servir como catalizador de una agitación global sin precedentes y severas restricciones al comportamiento humano.

Aún más ominoso, Schwab afirmó que este llamado "virus" será "mucho peor que el COVID", insinuando la escala de interrupción y control que podría seguir a su paso.

El mensaje refleja una advertencia anterior emitida por Schwab sobre la amenaza de un gran ataque cibernético, que predijo que pondría al mundo de rodillas, causando una interrupción y un caos sin precedentes.

Schwab ha utilizado repetidamente la retórica apocalíptica para enfatizar la necesidad de coordinación global, a menudo promoviendo la centralización del poder bajo instituciones de élite, incluido el Foro Económico Mundial.

En ambos casos, las advertencias de Schwab parecen menos advertencias y más amenazas veladas, lo que refuerza la narrativa de que las crisis globales, ya sea que involucren pandemias, ataques cibernéticos o desastres climáticos, sirven como oportunidades para que la élite consolide el control, esclavice a las masas utilizando programas basados en el miedo, mientras remodela la sociedad de acuerdo con su visión.

Los ominosos comentarios de Schwab no son aislados. A lo largo de los años, ha enmarcado repetidamente las crisis globales como oportunidades transformadoras, lo que él llama "El Gran Reinicio".

Según Schwab y el WEF, estos momentos de caos y disrupción brindan una oportunidad única para implementar cambios radicales en los sistemas económicos, las estructuras de gobernanza y las normas sociales, todo bajo el pretexto de construir un futuro "mejor" y "más sostenible".

Los críticos argumentan que tales declaraciones revelan una agenda más profunda: aprovechar el miedo para justificar la erosión de la soberanía nacional y las libertades individuales.

Ya sea que se trate de una pandemia, un ataque cibernético o ahora el cambio climático, el patrón es claro: promover la crisis, ofrecer una solución centralizada y expandir la influencia de las élites globales no elegidas en el proceso.

Fuente: La voz del pueblo