Quieren utilizar sus ahorros para financiar la transición digital
Sin pedir permiso a los ciudadanos

Según François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco Nacional de Francia, las necesidades de inversión ascienden a 300.000 millones de euros. • Como la suma en cuestión no puede cubrirse con subvenciones públicas ni préstamos bancarios, la única fuente sigue siendo el ahorro de los europeos, según un informe de la Dirección General del Tesoro francés, citado por el diario Le Figaro .
El gobernador del Banco Nacional de Francia, François Villeroy de Galhau, provocó reacciones vehementes en la prensa francesa tras declarar recientemente en el Foro Económico Mundial de Davos que es necesario movilizar 300.000 millones de euros para financiar la transición digital y ecológica, incluidos los ahorros privados de los ciudadanos europeos.
Como esta cantidad no puede cubrirse con subvenciones públicas ni préstamos bancarios, la única fuente sigue siendo el ahorro de los europeos, según un informe de la Dirección General del Tesoro francés, citado por el diario Le Figaro .
El deseo de los dirigentes europeos revelado por el gobernador del banco central francés plantea serias dudas sobre la garantía de los derechos de propiedad, la autonomía financiera de los ciudadanos y la legitimidad de tales medidas, según un artículo publicado por France-Soir , bajo la firma de Xavier Azalbert, así como en materiales de prensa publicados por Le Figaro , BFM TV y Le Journal de Dimanche .
El Foro de Davos es desde hace años el punto de encuentro de las personalidades más influyentes del sector financiero, político e industrial. El autor del artículo de France-Soir afirma que en Davos se diseñan estrategias globales en beneficio de una élite financiera que busca maximizar sus ganancias, a menudo en detrimento del interés público. Detrás de estas decisiones no sólo están banqueros y magnates industriales, sino también líderes políticos europeos, como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quienes, según la fuente citada, se han convertido en dóciles instrumentos de la oligarquía financiera internacional.
Es un escenario bien elaborado: en nombre del “bien común”, estos líderes imponen medidas económicas que transfieren el bienestar colectivo a un pequeño número de individuos y corporaciones. Los ciudadanos europeos, ya asfixiados por la inflación, los impuestos excesivos y las restricciones financieras, ahora se verán despojados de los pocos ahorros que han acumulado a lo largo de sus vidas, afirma la fuente citada.
El término "movilización" utilizado por Villeroy de Galhau no es más que un elegante eufemismo para designar una acción que podría describirse con mayor precisión como una expropiación financiera. Según este plan, los ahorros privados de los ciudadanos europeos se depositarían en un " fondo común de inversión " destinado a proyectos no especificados. En otras palabras, el dinero de la gente se utilizará para subsidiar iniciativas industriales que probablemente generarán ganancias exclusivamente para corporaciones e inversores institucionales.
Xavier Azalbert precisa que esta maniobra se realizará mediante cambios legislativos y reglamentarios bancarios destinados a permitir a las autoridades financieras el acceso a fondos privados. Los gobiernos, en complicidad con los bancos centrales nacionales y el Banco Central Europeo, crearían un marco legal que transformaría esta “movilización” en una obligación impuesta por el Estado. La fuente citada afirma que no sería la primera vez que se implementan medidas de este tipo, pues los controles de capital y la devaluación forzada de los ahorros son tácticas bien conocidas practicadas por las élites financieras.
El autor del artículo de France-Soir también señala que un aspecto particularmente alarmante de esta iniciativa es que el plan se beneficia del apoyo de los líderes de las principales instituciones financieras europeas, incluido el apoyo de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, así como el apoyo de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, involucrada en el escándalo de la compra conjunta de vacunas anticovid, donde sumas colosales fueron dirigidas a gigantes farmacéuticos a través de contratos no transparentes.
Oficialmente, este dinero se utilizará para la " transición digital y ecológica ". La fuente citada afirma que la realidad nos ha demostrado que, cada vez que se han implementado iniciativas de este tipo, han servido a los intereses de las grandes corporaciones, no a la población. Por ejemplo, la transición energética promovida por la UE condujo a subsidios masivos para empresas que producían equipos “verdes”, mientras que los consumidores soportaron costos elevados a través de facturas más elevadas e impuestos adicionales.
Por ello, la fuente citada cree que, en el caso de esta nueva iniciativa, se corre el riesgo de que el dinero ahorrado por los ciudadanos se destine a proyectos inviables, sobrevalorados o, peor aún, a inversiones especulativas que conlleven pérdidas masivas, y que se cree así un mecanismo mediante el cual la riqueza de la población sea absorbida por el circuito financiero internacional, para luego ser redistribuida de forma que favorezca sólo a una minoría privilegiada.
Por ello, France-Soir considera que la propuesta de "movilizar" los 300.000 millones de euros de los ahorros privados de los ciudadanos no es más que un nuevo intento de confiscar la riqueza de la población con el pretexto del bien común y afirma que, si se aplica esta medida, Europa se convertirá en un terreno de juego para grandes inversores y los ciudadanos seguirán siendo meros espectadores de su propio despojo. Por ello, la fuente citada considera que, en este contexto, es necesario un amplio debate sobre esta iniciativa, que afectaría a los derechos de propiedad financiera de los ciudadanos europeos.
Fuente: The peoples voice
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