La OMS y el regreso de los genocidas

Abril 26, 2023 - 09:56
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La OMS y el regreso de los genocidas

Los pasados días 14 y 15 de noviembre la Organización Mundial de la Salud (o del Suicidio) se reunió para modificar su reglamento, aquél gracias al cual durante el año 2020 la humanidad vivió en un presidio por una plandemia con aviesas intenciones, entre las que destacaría el hundimiento de la economía mundial, la instauración del fascismo y la dictadura planetaria basada en el miedo como motor psico-emocional, la creación de un nuevo orden social en el que primara la división entre los individuos, el fanatismo y el odio hacia el chivo expiatorio que estuviese en contra de semejante montaje, el asesinato de millones de personas de la tercera edad, las cuales suponen un gasto innecesario para los países, al ser sujetos ya inservibles para el sistema, la inducción de enfermedades en el sistema inmunológico gracias al uso de las ondas 5G en sincronía con el grafeno, los metales pesados y la nanotecnología introducida gracias a las vacunas contra la gripe del año anterior, el uso de injertos venenosos que llamaron vacunas, por la excusa de medidas de urgencia, las cuales alteran el ADN y ocasionan millones de fallecidos en todo el mundo y otros tantos con graves secuelas, mientras los ministerios de salud, incluyendo el español, no se hacen ni responsables ni indemnizan a las víctimas del mayor experimento genocida que se recuerda. Será por ello que han negado todas las evidencias científicas hasta la fecha y actúan de manera cobarde y a escondidas toman todo tipo de medidas para poner en prácticas órdenes de la OMS sin que los ciudadanos se enteren. ¿A qué viene tanta obsesión por eliminar a parte de la población, incluido jóvenes y niños que fallecen por enfermedades coronarias, tumores, coágulos de sangre y muchas veces de manera repentina, mientras hacen ejercicio o duermen plácidamente en la noche? ¿Qué clase de asesino es capaz de perpetrar semejante delito de homicidio generalizado, informar de la conveniencia de remedios tóxicos intravenosos a sabiendas del fin que tienen y de sus efectos criminales en la población? Tras tres años, siguen pensando en ver cómo pueden introducir una nueva plandemia, pero esta vez haciendo que los Estados actúen bajo sus órdenes, mediante un pacto de sangre, como si se tratara de un aquelarre, pero no de brujas, sino de ministros y autoridades que, convencidos de que salvarán a la humanidad, venden sus almas al diablo.

En el artículo 1 de dicho proyecto se incluye entre los productos de salud a las vacunas, recursos médicos, los equipos de protección personal (las mascarillas…), diagnósticos, terapias celulares y genéticas, medidas tomadas por los sistemas de salud. Serán los Estados los que actuarán de acuerdo con los principios de “equidad, inclusividad y coherencia, de acuerdo con sus responsabilidades diferentes y comunes, teniendo en cuenta sus desarrollos sociales y económicos.” Éstos desarrollarán y mantendrán las capacidades para mejorar las regulaciones, dando preferencia a la resiliencia de los sistemas públicos de salud por las urgencias en este sentido. 

Según el artículo 4 “cada estado deberá informar a la OMS sobre el establecimiento de la autoridad nacional competente”, la cual será reconocida; éstas cumplirán las órdenes de la organización global. Justo el día en que el Consejo de ministros, siendo ministra de salud, Carolina Arias, eliminó el uso de las mascarillas en el transporte público, se dio la orden para crear este organismo en España.  Del mismo modo, señala que “los Estados activarán y adaptarán la legislación para otorgar a la OMS la autoridad y recursos para desarrollar sus funciones…” En este contexto de colaboración internacional, “los países desarrollados y la OMS ofrecerán asistencia para los que están en vías de desarrollo…, de acuerdo con el artículo 44”.

¿Quién se encarga de decidir cuando hay plandemia o no? Según el artículo 5 “si el director general (Tedros Adamón) considera, en base a la valoración sobre estas regulaciones, que una potencial o actual emergencia pública de salud está ocurriendo, el director general notificará a todos los países y consultará al Estado causante de la alerta en cuyo territorio el evento acontece (…) y puede, de acuerdo con el procedimiento establecido en el artículo 49, encontrar las opiniones del comité de emergencias”, establecido en el artículo 48. “Si fuese estimada como una emergencia pública y mundial, puede informar a todos los países miembros.”. En este contexto, según el artículo 13,” los Estados miembros reconocen a la OMS como guía y autoridad coordinadora ante la respuesta por una emergencia sanitaria y promoverán seguir las recomendaciones de la OMS…” El artículo 18, referido a las obligaciones de las personas, incluye este listado de aspectos: revisión de historial de viajes, exámenes médicos, vacunas, obligación del pinchazo, cuarentenas, aislamiento y tratamiento, rastreo de contactos, prohibición de accesos y salidas, entre otros…

Haciendo un análisis de estos extractos, sacados literalmente del nuevo proyecto de la OMS en noviembre de 2022, el ciudadano de a pie no tiene derecho alguno, las más básicas normas de los derechos del individuo, establecidas en las constituciones y los tratados internaciones pierden la validez ante la sola opinión de una sola persona. Tedros Adamón fue ministro de salud en Etiopia donde recibió múltiples denuncias por malos manejos administrativos, fallecimientos y malversación, así como por encubrir tres pandemias de cólera. Expulsado de su país, es ex leninista y relacionado con el grupo de los tigrés (TPLF), acusado de asesinatos, raptos, torturas, crímenes y bombardeos. Tedros fue denunciado por el ejército de su país por buscar apoyos y armamentos para la región secesionista que lleva el nombre de dicho grupo terrorista, en noviembre de 2020. Según el diario Swissinfo.ch, “Tedros “ha trabajado en países vecinos para condenar la guerra” que el gobierno federal etíope realiza contra las autoridades regionales de Tigré desde el 4 de noviembre, y “ha trabajado para obtener armas para ellos”, dijo el jefe del estado mayor del ejército, general Berhanu Jula, en conferencia de prensa.” Y señala que “Tedros fue ministro de Salud entre 2005 y 2012 en el gobierno de Meles Zenawi, líder histórico del TPLF, en esa época un partido muy poderoso que controlaba el poder en Adís Abeba.”

Justamente el presidente de dicho país, desde Adisabeba, confirmó la retirada de todos los cargos por terrorismo, por el tratado de paz que se inició el pasado 2 de noviembre de 2022 y fue firmado en Pretoria. Este grupo fue acusado de terrorismo en el año 2021. Entre sus enchufes del director general de la OMS destacan Bill y Belinda Gates, a los que declara conocer durante muchos años y, como no podría ser de otro modo, no es médico. ¿Cómo es posible que este individuo aparezca en la nueva norma como director general? ¿Qué clase de autoridad moral y profesional tiene este personaje para declarar cuando se van a vulnerar los derechos de cualquier ciudadano de a pie porque lo desea hacer, de manera autocrática y autoritaria y quién le da tanto poder para declarar falsas pandemias y falsos protocolos que han asesinado a miles de personas en los hospitales, prohibiéndose incluso hacer autopsias? ¿Y cómo es posible que el ministerio de salud rinda pleitesía a un ser tan sanguinario y a una organización tan podrida como la OMS? ¿Cuánto le pagan al gobierno para sostener todas sus medidas totalitarias y sanitarias? Porque si no están vendidos o actúan como criminales o creen que pueden salvar a la humanidad, en un delirio propio de los más peligrosos esquizofrénicos, pero esta vez en los ministerios y en los parlamentos.

Ante ello, ante toda esta ignominia, desobediencia total a los intentos futuros de volver a encerrarnos, obligarnos o condicionarnos para que nos introduzcamos su veneno por vía intravenosa, creer en sus buenas intenciones y ver el reverso de la muerte en cada una de sus palabras y declaraciones. Es así como el asesino habla a su víctima, embaucándola en su plan, explicándole que no existe otra salida que someterse a la nueva orden de la secta mediante la confusión y el miedo. Y, por supuesto, hay que llevarlos a la justicia para que paguen caro, no ya por lo que hacen desde hace tres años, sino por lo que planean a nuestras espaldas con total ignominia y falta de respeto al pueblo español, porque, si es que el gobierno y los partidos políticos por los que vamos a votar dentro de poco están conformes, son cómplices de genocidio y de delitos de lesa humanidad, de acuerdo con el Tratado de Roma. Mientras tanto el hacha de guerra de la vacuna sigue ahí, sobre nuestras cabezas y a la espera de aprovecharse la mejor excusa, mientras, hasta el momento, ni el Congreso de Diputados, ni el gobierno español, ni las decisiones judiciales, ni los medios de incomunicación, la Comisión o el parlamento europeos osan declarar la responsabilidad de las víctimas pasadas, presentes y, lo peor, futuras por el engendro venenoso.

Cuando gobiernan los delincuentes y llegan a matar a sus súbditos, no se merecen ni respeto ni mucho menos servilismo, sino desprecio y expulsión de las oligarquías de poder, sobre todo si quienes les dicen cuál es el próximo paso de sus agendas es un personaje de ese vomitivo calibre.

Fuente: El Diestro

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