La nueva "ley de libertad" de los medios de comunicación de la UE
esto hará que los periodistas sean arrestados si cuestionan al Estado

La nueva "Ley Europea de Libertad de Medios" de la Unión Europea, que entrará en vigor el 8 de agosto en todos los estados miembros, es un lobo con piel de cordero que verá a los periodistas arrestados, sancionados y vigilados si se atreven a cuestionar al Estado, todo bajo el disfraz de una "razón primordial en el interés general". Esta llamada ley de libertad faculta a las autoridades para aplastar la disidencia, traicionando su nombre al priorizar el control sobre las protecciones genuinas de la prensa.
Si bien la regulación incluye un lenguaje simbólico sobre la protección de los reporteros de influencias indebidas, sus disposiciones centrales otorgan amplios poderes a los gobiernos, lo que les permite apuntar a voces independientes cuando lo consideren necesario para el orden público o la seguridad nacional. Los críticos argumentan que esta vaga cláusula de "interés general" abre la puerta a abusos generalizados, sofocando el periodismo de investigación y la libertad de expresión en un bloque ya criticado por erosionar las normas democráticas. A medida que la ley vincula a 27 naciones, aumentan los temores de que pueda anunciar una nueva era de censura patrocinada por el estado, donde desafiar las narrativas oficiales se convierte en un delito punible, consolidando aún más el poder en manos de burócratas de Bruselas no elegidos.
Infowars.com informa: Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, elogió la llegada de la legislación a las redes sociales y dijo: "Una prensa libre e independiente es un pilar esencial de nuestra democracia. Con nuestra Ley Europea de Libertad de los Medios de Comunicación, queremos mejorar su protección. Esto permite a los periodistas continuar su importante trabajo de manera segura y sin interrupciones ni intimidación".
Aunque la ley describe protecciones como la prohibición del software espía o la coerción para exponer fuentes, esas garantías se ven socavadas por lagunas incorporadas.
Los gobiernos pueden eludirlos si sus acciones están permitidas por la legislación nacional o de la UE y se consideran proporcionales a un "interés general" vagamente definido.
Ese permiso se extiende a las tecnologías de vigilancia intrusivas en casos vinculados a delitos que conllevan una pena máxima de prisión de tres años o más, una lista que va desde el terrorismo y la trata de personas hasta delitos etiquetados como "racismo y xenofobia".
La legislación también ordena a cada país mantener registros de propietarios y direcciones de medios. Apunta a la llamada "desinformación", acusando a algunos medios de comunicación de manipular el mercado único para difundir falsedades.
Las grandes plataformas en línea son retratadas como puntos de estrangulamiento para acceder a las noticias, a las que se culpa de alimentar la polarización.
Para hacer frente a esto, la UE quiere una cooperación más estrecha entre los reguladores nacionales, supervisada por una Junta Europea de Servicios de Medios compuesta por reguladores de los Estados miembros y un representante de la Comisión. Aunque se etiqueta como independiente, la secretaría de la junta está a cargo de la Comisión, lo que le da una pista interna sobre el proceso de toma de decisiones.
Otro elemento de la ley consiste en impulsar los "medios de comunicación fiables" y reforzar las emisoras estatales mediante procesos de nombramiento transparentes y una financiación pública estable.
Se anima a las reuniones anuales entre funcionarios de la UE, empresas de Internet, representantes de los medios de comunicación y ONG para evaluar cómo se están llevando a cabo las iniciativas de desinformación.
A pesar de venderse como un escudo para la libertad de prensa, la estructura de la ley le da a Bruselas y a las autoridades nacionales la capacidad de decidir qué voces permanecen activas y cuáles pueden ser silenciadas. Al permitir arrestos, vigilancia y una participación estatal más estricta en el panorama de los medios, corre el riesgo de pasar de ser una salvaguarda a una herramienta de control.
Fuente: The peoples voice
¿Cuál es tu reacción?






